Fui estudiante de pedagogía en filosofía en la década del 80, y vocero de la federación de estudiantes de mi universidad, obligado por la dictadura de Augusto Pinochet a redirigir mis pasos, encontré un refugio para mi amor por la lógica en el desarrollo de programas informáticos.
Soy un gran lector, amo la poesía y disfruto el intercambio de ideas.
Firmemente creo que aún estoy cambiando y cualquiera puede enseñarme algo nuevo.
Confieso que soy muy ignorante acerca de muchas cosas, pero adoro descubrirlas cada día.