Siempre me pregunto el porque es que te amo,
si aun no sabes de mis dulces miradas,
pues ellas te arrullan, disimuladas,
y no escuchas cuando, mudo, te llamo...
Y mi alma muda, grita mi reclamo,
pero no escuchas..., tu sigues callada,
pues tu alma ignora; ella no sabe nada,
que de estas rosas...