Mi mujer tiene otro.
No quiero ni acordarme,
de ese infausto momento,
cuando tuve que enterarme,
con vergüenza y cruel tormento,
como pudo abochornarme,
mi corazón no lo entendía,
como mi amada mujer,
algo así tan cruel me haría.
Mi mujer que era una santa,
de noble corazón tierno,
pudiera a...