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¡Cuéntame…!


CUÉNTAME…!


¡Cuéntame…!

Sí me gustan tus relatos,
tus viajes, tus ensueños,
te emocionas cuando cuentas
que has viajado por el mundo,
te detuvieron en la aduana
porque no entendías otro idioma,
por señas te comunicabas
y de pronto un ángel de la guarda
de gratis te ayudó.

¡Cuéntame…!

Trabajas como hormiga
con sol y sin sol,
con los euros que ganas
y envías a tu familia,
construyen una casa
en la mitad del terreno
¡qué hermosísima se ve!
contrasta con la media agua
de cubierta de zinc,
junto al árbol de higos,
y al horno de ladrillos,
donde humea el pancito de maíz.

¡Cuéntame…!

Con el caldo de gallina de campo
sacias el apetito,
mas ¡qué sabrosos son los cuyes
crujientes hasta los huesos!
con un vaso de limonada
con miel de la panela,
las sonrisas de tus padres
se mezclan con las lágrimas,
te miran como niña
que vas tras mariposas.
 
Última edición:

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO

CUÉNTAME…!



¡Cuéntame…!

Trabajas como hormiga
con sol y sin sol,
con los euros que ganas
y envías a tu familia,
construyen una casa
en la mitad del terreno
¡qué hermosísima se ve!
contrasta con la media agua
de cubierta de zinc,
junto al árbol de higos,
y al horno de ladrillos,
donde humea el pancito de maíz.

¡Cuéntame…!

Con el caldo de gallina de campo
sacias el apetito,
mas ¡qué sabrosos son los cuyes
crujientes hasta los huesos!
con un vaso de limonada
con miel de la panela,
las sonrisas de tus padres
se mezclan con las lágrimas,
te miran como niña
que vas tras mariposas.


Que bello y sentido poema a la vez,preciosos versos,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.
 

CUÉNTAME…!


¡Cuéntame…!

Sí me gustan tus relatos,
tus viajes, tus ensueños,
te emocionas cuando cuentas
que has viajado por el mundo,
te detuvieron en la aduana
porque no entendías otro idioma,
por señas te comunicabas
y de pronto un ángel de la guarda
de gratis te ayudó.

¡Cuéntame…!

Trabajas como hormiga
con sol y sin sol,
con los euros que ganas
y envías a tu familia,
construyen una casa
en la mitad del terreno
¡qué hermosísima se ve!
contrasta con la media agua
de cubierta de zinc,
junto al árbol de higos,
y al horno de ladrillos,
donde humea el pancito de maíz.

¡Cuéntame…!

Con el caldo de gallina de campo
sacias el apetito,
mas ¡qué sabrosos son los cuyes
crujientes hasta los huesos!
con un vaso de limonada
con miel de la panela,
las sonrisas de tus padres
se mezclan con las lágrimas,
te miran como niña
que vas tras mariposas.
Muy hermoso tu melancólico poema que llora y reclama amor. Me ha encantado leerte. Un fuerte abrazo amigo.
 

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