Reina Mora
Miembro Conocido
¿ CON LA MUSICA A OTRA PARTE?
El locutor radial se encontraba en comunicación telefónica con el Comisario del pueblo denominado "Dos de Mayo", ubicado en el interior de la Provincia de Misiones, cuando yo recién intentaba saber la temperatura para decidir cómo vestirme al comenzar la jornada.
Presté atención al diálogo, en principio, porque me resultó curiosa la tonada dulzona y cadenciosa de quien narraba un hecho, que aparentaba ser macabro, aunque en el curso del relato fué adquiriendo matices tragicómicos y hasta románticos, sin perjuicio de lo cual, la máxima autoridad policial de un pueblo que según dijo contaba con 18.000 habitantes, en ningún momento le restó importancia ni seriedad.
Comenzó informando que a las 21:30 hs de la noche del día martes, se recibieron en su destacamento, varias llamadas telefónicas de vecinos que denunciaban ruidos molestos provenientes del interior del Cementerio Parque "Jardín de Paz", específicamente de uno de los Mausoleos, del que "en reiteradas ocasiones se escucha música a un volúmen tan elevado que impide que descansen en paz las almas de sus difuntos enterrados en ese predio". Prontamente envió una patrulla a constatar el suceso.
Ya en proximidad del lugar indicado por el sereno, observan que frente a la puerta del panteón totalmente iluminado, se encontraba aparcado un vehículo deportivo "último modelo", que lucía en su parabrisa posterior la imagen del rostro enmarcado con dos alas, de quien en vida fuera un joven oriundo del pueblo que había emigrado hacia la gran metrópolis, con ansias de progresar.
El personal policial descendió del móvil y efectivamente, la música hacía vibrar los vidrios de la moderna estructura con techo de dos aguas y altos ventanales, se anunciaron con golpes de manos a modo de aplausos, luego en la puerta repiquetearon los nudillos del sargento que comandaba el operativo de calle, hasta que de pronto ésta se abre, apareciendo una "ciudadana vestida en pijama y pantuflas", los saluda como quien naturalmente recibe una visita en su casa y les ofrece pasar a la sala en cuyo centro "lucía un féretro, cuya tapa transparente dejaba a la vista el cuerpo de un masculino, en perfecto estado de conservación".
El comisaro, continúa detallando por radio, el reporte de sus agentes, del cual se desprende, que la señora se les presentó como la viuda del conocido joven, el que había encontrado su final hacía dos años, con una bala en la cabeza, en una confusa situación que supuestamente daba lugar a la hipótesis del juego de la "ruleta rusa", era su pareja y lo describía con fascinación, contando cómo festejaron su despedida en ese mismo panteón y durante el velatorio rodeado de amigos y familiares, brindando con champan, fuegos artificiales, baile durante dos días y dos noches y hasta había entregado "un souvenir" a cada concurrente con la misma imagen recordatoria que grabó en su automóvil para inmortalizarlo entre sus seres queridos.
La mujer dijo que a partir de esa fiesta de despedida, ella viaja todos los meses a visitarlo y hacerle compañía, siendo el motivo por el cual, necesitó acondicionar el lugar para contar con las comodidades básicas, como ser una cocina, un televisor, un equipo de música, una computadora con internet, un sofá cama, una mesa con sillas etc., diversos enceres domésticos enumerados en el inventario que los funcionarios volcaron en el acta de constatación y a la vez, les exhibió un certificado de defunción de su compañero, fotografías de ambos en la playa, los recibos correspondientes al pago de los servicios fúnebres y de mantenimiento del lugar, título de propiedad del panteón edificado en ese cementerio privado , explicando que en razón de la distancia existente entre éste y el primer hotel del pueblo, no podría ser de otra manera.
Invitó con café a sus visitantes, bajó el volúmen de la música y se comprometió a tener en cuenta las molestias causadas a los "seres difuntos" manifestadas a través de sus representantes vivientes, excusándose que nadie le había demostrado el menor enojo ni reproche, lo que le hizo sospechar que estaban todos muy felices durante el tiempo que duraban sus visitas, ya que cada mes, permanecía dos o tres días a la par de su amado, llenando el lugar de música, la que ella creía muy gratificante para todas las almas, como lo era con total seguridad para la de su concubino.
La voz del comisario hasta parecía hacer esfuerzo para disimular cierta ternura. Agregó: _"mis hombres dijeron que la señora tendría un buen pasar económico, se expresaba con aplomo, con buena educación".-
Por la noche, cuando volví de trabajar, leo la noticia escrita con ilustraciones del lugar, por supuesto que al correr de las horas, algunos datos ya había variado desde la primera comunicación telefónica transmitida por radio, de primera fuente. Sin el menor deseo de desacreditar a ningún medio de comunicación, porque es un fenómeno recurrente, la noticia escrita afirmaba que "el pueblo de Dos de Mayo tiene una población de 19.000 habitantes", entonces más allá de pensar en que se trataba de una diferencia numérica insignificante por un error de tipeo o un dato actualizado con respecto al primero que escuché de boca del Comisario, me dí el gusto de pensar que en realidad, en ésta última cifra (19.000) se incluyeron los ocupantes del "Jardín de Paz", que son los únicos que no pueden opinar, no por ser minoría ni carecer de representantes.-
15 de Junio de 2012.-
****Reina Mora***
El locutor radial se encontraba en comunicación telefónica con el Comisario del pueblo denominado "Dos de Mayo", ubicado en el interior de la Provincia de Misiones, cuando yo recién intentaba saber la temperatura para decidir cómo vestirme al comenzar la jornada.
Presté atención al diálogo, en principio, porque me resultó curiosa la tonada dulzona y cadenciosa de quien narraba un hecho, que aparentaba ser macabro, aunque en el curso del relato fué adquiriendo matices tragicómicos y hasta románticos, sin perjuicio de lo cual, la máxima autoridad policial de un pueblo que según dijo contaba con 18.000 habitantes, en ningún momento le restó importancia ni seriedad.
Comenzó informando que a las 21:30 hs de la noche del día martes, se recibieron en su destacamento, varias llamadas telefónicas de vecinos que denunciaban ruidos molestos provenientes del interior del Cementerio Parque "Jardín de Paz", específicamente de uno de los Mausoleos, del que "en reiteradas ocasiones se escucha música a un volúmen tan elevado que impide que descansen en paz las almas de sus difuntos enterrados en ese predio". Prontamente envió una patrulla a constatar el suceso.
Ya en proximidad del lugar indicado por el sereno, observan que frente a la puerta del panteón totalmente iluminado, se encontraba aparcado un vehículo deportivo "último modelo", que lucía en su parabrisa posterior la imagen del rostro enmarcado con dos alas, de quien en vida fuera un joven oriundo del pueblo que había emigrado hacia la gran metrópolis, con ansias de progresar.
El personal policial descendió del móvil y efectivamente, la música hacía vibrar los vidrios de la moderna estructura con techo de dos aguas y altos ventanales, se anunciaron con golpes de manos a modo de aplausos, luego en la puerta repiquetearon los nudillos del sargento que comandaba el operativo de calle, hasta que de pronto ésta se abre, apareciendo una "ciudadana vestida en pijama y pantuflas", los saluda como quien naturalmente recibe una visita en su casa y les ofrece pasar a la sala en cuyo centro "lucía un féretro, cuya tapa transparente dejaba a la vista el cuerpo de un masculino, en perfecto estado de conservación".
El comisaro, continúa detallando por radio, el reporte de sus agentes, del cual se desprende, que la señora se les presentó como la viuda del conocido joven, el que había encontrado su final hacía dos años, con una bala en la cabeza, en una confusa situación que supuestamente daba lugar a la hipótesis del juego de la "ruleta rusa", era su pareja y lo describía con fascinación, contando cómo festejaron su despedida en ese mismo panteón y durante el velatorio rodeado de amigos y familiares, brindando con champan, fuegos artificiales, baile durante dos días y dos noches y hasta había entregado "un souvenir" a cada concurrente con la misma imagen recordatoria que grabó en su automóvil para inmortalizarlo entre sus seres queridos.
La mujer dijo que a partir de esa fiesta de despedida, ella viaja todos los meses a visitarlo y hacerle compañía, siendo el motivo por el cual, necesitó acondicionar el lugar para contar con las comodidades básicas, como ser una cocina, un televisor, un equipo de música, una computadora con internet, un sofá cama, una mesa con sillas etc., diversos enceres domésticos enumerados en el inventario que los funcionarios volcaron en el acta de constatación y a la vez, les exhibió un certificado de defunción de su compañero, fotografías de ambos en la playa, los recibos correspondientes al pago de los servicios fúnebres y de mantenimiento del lugar, título de propiedad del panteón edificado en ese cementerio privado , explicando que en razón de la distancia existente entre éste y el primer hotel del pueblo, no podría ser de otra manera.
Invitó con café a sus visitantes, bajó el volúmen de la música y se comprometió a tener en cuenta las molestias causadas a los "seres difuntos" manifestadas a través de sus representantes vivientes, excusándose que nadie le había demostrado el menor enojo ni reproche, lo que le hizo sospechar que estaban todos muy felices durante el tiempo que duraban sus visitas, ya que cada mes, permanecía dos o tres días a la par de su amado, llenando el lugar de música, la que ella creía muy gratificante para todas las almas, como lo era con total seguridad para la de su concubino.
La voz del comisario hasta parecía hacer esfuerzo para disimular cierta ternura. Agregó: _"mis hombres dijeron que la señora tendría un buen pasar económico, se expresaba con aplomo, con buena educación".-
Por la noche, cuando volví de trabajar, leo la noticia escrita con ilustraciones del lugar, por supuesto que al correr de las horas, algunos datos ya había variado desde la primera comunicación telefónica transmitida por radio, de primera fuente. Sin el menor deseo de desacreditar a ningún medio de comunicación, porque es un fenómeno recurrente, la noticia escrita afirmaba que "el pueblo de Dos de Mayo tiene una población de 19.000 habitantes", entonces más allá de pensar en que se trataba de una diferencia numérica insignificante por un error de tipeo o un dato actualizado con respecto al primero que escuché de boca del Comisario, me dí el gusto de pensar que en realidad, en ésta última cifra (19.000) se incluyeron los ocupantes del "Jardín de Paz", que son los únicos que no pueden opinar, no por ser minoría ni carecer de representantes.-
15 de Junio de 2012.-
****Reina Mora***
