Yolvi Efrain Cauro Mendes
Miembro Conocido
A veces yo me suicido
y veo a Dios en la altura
pero la muerte me dura
muy poco para el olvido.
Carlos Esquivel Guerra
Como el Nazareno quise
romper la roca más ruda,
pero sumido en la duda
sin reparos la deshice.
Cual clérigo que predice
la causa de lo sufrido,
creí escuchar lo advertido
y obedecer lo Sagrado:
temeroso, entrecortado,
a veces yo me suicido.
***
Sobre la cruz me persigno
sin colocarme de hinojos
cuando el fulgor de mis ojos
manifiesta cualquier signo
de creencia. Me resigno
a estar en la mordedura,
de la serpiente que abjura
la expiración como adagio,
me suicidio en el sufragio
y veo a Dios en la altura.
***
¡Qué cruel la parca insensible
colgándome de la cruz¡
¡Qué traslúcida la luz
de su semblante infalible¡
Teje una cuerda inflexible
con hilos de albergadura,
mientras la vida perdura
en el grito de lo inerte,
deseo vivir con suerte,
pero la muerte me dura…
***
Otra vez en el crepúsculo,
mis alas medio caídas,
apacibles y dormidas
se sostienen en minúsculo
andamiaje. Y el corpúsculo
que resaca lo vivido;
se palpa todo erguido,
dando voces como loco.
La muerte me dura poco,
muy poco para el olvido.
Efrain Cauro. Junio de2014
y veo a Dios en la altura
pero la muerte me dura
muy poco para el olvido.
Carlos Esquivel Guerra
Como el Nazareno quise
romper la roca más ruda,
pero sumido en la duda
sin reparos la deshice.
Cual clérigo que predice
la causa de lo sufrido,
creí escuchar lo advertido
y obedecer lo Sagrado:
temeroso, entrecortado,
a veces yo me suicido.
***
Sobre la cruz me persigno
sin colocarme de hinojos
cuando el fulgor de mis ojos
manifiesta cualquier signo
de creencia. Me resigno
a estar en la mordedura,
de la serpiente que abjura
la expiración como adagio,
me suicidio en el sufragio
y veo a Dios en la altura.
***
¡Qué cruel la parca insensible
colgándome de la cruz¡
¡Qué traslúcida la luz
de su semblante infalible¡
Teje una cuerda inflexible
con hilos de albergadura,
mientras la vida perdura
en el grito de lo inerte,
deseo vivir con suerte,
pero la muerte me dura…
***
Otra vez en el crepúsculo,
mis alas medio caídas,
apacibles y dormidas
se sostienen en minúsculo
andamiaje. Y el corpúsculo
que resaca lo vivido;
se palpa todo erguido,
dando voces como loco.
La muerte me dura poco,
muy poco para el olvido.
Efrain Cauro. Junio de2014
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