Desperté,
con el aroma de tu piel mojada
y con tus dedos jugando en la almohada
retando siempre, mi insensatez.
La pasión,
nos fue ganando segundo a segundo
y no importó más nada en este mundo
que cada beso desde el corazón.
Fue tu voz
la que me hizo flotar hasta la irrealidad,
la que me sumergió con su sensualidad,
al penetrar la miel de tu intimidad.
Se vertió,
toda la magia entre los instintos
y nos perdimos en los laberintos
latiendo en celo por la habitación.
Y fuimos dos,
creando infiernos en el paraíso,
enmudeciendo a aquel sol rojizo,
con la locura escrita en el amor.
con el aroma de tu piel mojada
y con tus dedos jugando en la almohada
retando siempre, mi insensatez.
La pasión,
nos fue ganando segundo a segundo
y no importó más nada en este mundo
que cada beso desde el corazón.
Fue tu voz
la que me hizo flotar hasta la irrealidad,
la que me sumergió con su sensualidad,
al penetrar la miel de tu intimidad.
Se vertió,
toda la magia entre los instintos
y nos perdimos en los laberintos
latiendo en celo por la habitación.
Y fuimos dos,
creando infiernos en el paraíso,
enmudeciendo a aquel sol rojizo,
con la locura escrita en el amor.
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