Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
EL DÍA DE LA MADRE
Esta fecha se ha celebrado en todo el mundo desde tiempos inmemoriales. Ya en Grecia se homenajeaba a Rea, madre de Zeus, Poseidón y Hades.
Es sobre 1865 cuando en Estados Unidos se comienza a conmemorar este día en la Edad Moderna. En España se celebraba el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción, hasta 1965 cambiándose en tal año al primer domingo de mayo. Por tanto, hasta poco antes de mis 19 años lo celebré siempre en diciembre.
Los niños hacíamos unas páginas, unos álbumes, con estampas, fotos, poemas, dibujos, dirigidos a nuestras mamás. No es necesario decir que mis primeros versos fueron escritos por tal motivo, pero como yo la mayoría de los niños españoles.
¿Qué es ser madre? Como hombre, aun teniendo hijos, me es difícil explicarlo. Nosotros, los varones, ponemos nuestra semilla – por decirlo de una manera elegante – y poco más. Engendramos, pero no concebimos.
¿Que es el amor más puro y más sincero que un ser humano puede sentir por otro? Sin duda, al igual que todos los animales aunque el hijo no sea deseado. Para el hombre es distinto el hecho de tener un hijo, su papel con respecto a la criatura – además de engendrarla – comienza después al tener que velar por su vida y por su alimentación. El de la mujer comienza prácticamente en el mismo instante de concebirlo. Ése sí que es sangre de su sangre, la cual deja de derramar mensualmente durante su embarazo.
Como decía mi abuela, recitando el dicho popular: - Los hijos de mis hijas, nietos son. Que los de mis hijos lo serán o no.-.
Y es que, efectivamente, al varón se le puede atribuir una paternidad supuesta y no ser real pero a la mujer no excepto que le den “el cambiazo” como sucedió desgraciadamente en España durante infortunadas etapas de nuestra Historia. Y en otros países.
Aún recuerdo cuando con poco más de 24 años, los cumplo el 26 de junio y mi hija nació el 31 de mayo siguiente, acudí al analista y me confirmó que mi esposa se hallaba embarazada de nuestro primer hijo.
Entonces no se sabía si sería niño o niña, no existían aún las ecografías. El doctor me lo confirmó con un fuerte apretón de manos y una enhorabuena. Hace años que no le veo, pero en mi etapa de vendedor de la ONCE casi todos los días durante algún tiempo.
Salí corriendo, subí a mi coche y en vez de dirigirme a mi trabajo me dirigí a una floristería y adquirí un ramo de rosas rojas que inmediatamente llevé a mi esposa depositándolo sobre ella que todavía se hallaba en la cama.
Más tarde vinieron los dos varones, ni buscados ni no buscados aunque más bien sí. Pero siempre he pensado que para mi mujer la favorita es nuestra hija, aparte de por ser niña por ser la primera. Ella también era casi una niña, no había cumplido 23 años cuando la alumbró. Y yo ni 25.
Mi madre… ¿Qué puedo decir sobre ella que no haga cualquier hijo de la suya? Porque para todos aunque las madres sean malas siempre serán buenas, al igual que los hijos para sus madres.
En fin, que es un día muy especial y recurriré al grito tan castizo y tan español de: - ¡Viva la madre que me parió! -.
Y las que les que les parieron a todos ustedes, amabilísimos lectores.
Que Dios se la conserve durante muchos años. Y a quienes la perdimos hace tiempo que siga velando por nosotros desde donde esté, como cuando éramos niños.
¡Hasta pronto!
