Tu me enseñaste a amar
cuando estaba madurando
y me volviste a enseñar
ahora, y lo estoy pagando.
Anoche, entre mis brazos
tu me volviste a enseñar
me enseñaron tus manos
como se puede acariciar,
me enseñaron tus labios
a quien se quiere besar
pero fue tu voz madura
quien mirándome me dijo:
lo que enseño es cordura
no a ser amado y prolijo
importa lo que has amado,
no si alguna te lo dijo.
Adjuntos
-
33 KB Vistas: 1
Última edición: