JAVIER TOMAS
Sub Administrador
El sol resbalaba por la loma
y el verde ceñía mi vista.
El olor a leña
excitaba mi imaginación
escuchando su crepitar
en la paz del hogar.
La tierra mojada
mezclaba su perfume
con la jara.
Allí, en mi ventana,
perdido en el silencio
que dulce valle criaba,
observaba la vida
como se observa el mar
sin preguntarme por qué,
ni cuando,
ni como,
solo disfrutando del momento,
saboreando un instante
que me llena
de amor
sin necesidad de amar,
sin sentir la amargura
de poderlo perder,
pues no me pertenece
si no que yo
le pertenezco a él,
aunque la vorágine
me haga olvidar
que es así.
y el verde ceñía mi vista.
El olor a leña
excitaba mi imaginación
escuchando su crepitar
en la paz del hogar.
La tierra mojada
mezclaba su perfume
con la jara.
Allí, en mi ventana,
perdido en el silencio
que dulce valle criaba,
observaba la vida
como se observa el mar
sin preguntarme por qué,
ni cuando,
ni como,
solo disfrutando del momento,
saboreando un instante
que me llena
de amor
sin necesidad de amar,
sin sentir la amargura
de poderlo perder,
pues no me pertenece
si no que yo
le pertenezco a él,
aunque la vorágine
me haga olvidar
que es así.