Entre tus manos tomaste
Aquél ramito de azahares,
Y de tú cuerpo me brindaste
Paso libre a tus manjares.
Tus ojos tan encendidos
Envidiaban las Estrellas,
Un brillo en ellos prendidos
¡ Te hacían, aún mas bella !.
Contra mí te apretujaste
Como soñando el momento,
Tu contorsión me entregaste
¡ Testigo, tan solo el viento !
Abrumador fue el instante
Con elixires brindados,
Tu cuerpo y el mío jadeantes
¡ Era el momento soñado !.
No borraré niña querida
Aquel tú gesto galante,
Qué regalaste a mi vida
¡ Dejándome, ser tu amante !.
El perfume de esas flores
Está impregnado en mi piel,
Horas qué fueron primores
¡ Y dejaron, gusto a miel !.
PLATINO
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