Ramon
Miembro Conocido
Brisas de Otoño:
Llegan las suaves brisas de Otoño
se caen las hojas de los árboles
los amaneceres tienen un bello
y suave color anaranjado.
Bellos paseos por el parque
escuchando la suave música
que al pasear las hojas caídas
suenan haciéndome recordarte.
Recordar cosas bellas que llegan
a mi mente en estas tardes de Otoño
tardes melancólicas, con suaves brisas
en ese parque que tantos recuerdos me trae
Van cambiando los tonos de los colores
los brillantes dan paso a los cálidos pasteles
los cantos de los pájaros se van alejando
y las lluvias humedecen el ambiente.
El ambiente se vuelve cálido
el sol calienta con suavidad
los días son más cortos, las noches
más largas, la luna brilla en todo su esplendor.
Los olores cambian, y la lluvia nos acerca
un suave y limpio olor a tierra húmeda
que refresca y aclara el ambiente,
y renueva mi deseo de abrazarte.
Un fuego calienta el ambiente
hace que entremos en calor
ese calor hace que me entren
deseos de besarte, ese fuego otoñal.
Tengo la mirada perdida a través de la ventana
mis ojos se pierden en la lejanía en un paisaje
bucólico, de hojas caídas, y lluvia fresca
en mi cabeza el deseo de abrazarte.
Paisajes bellos, de colores marrones
donde hace que la melancolía,
se apodere de mí, siento a lo lejos
una bella melodía, que siga con deseos de besarte.
Una tarde tormentosa en el exterior
dentro un hogar alborotan las chispas de la leña
tú leyendo tu libro entre tanto yo busco en el otro rincón
mirándote atento, de mis versos la inspiración.
Inspiración que tú me das, sin querer,
inspiración que llevo a mi papel
versos que salen de una tarde lluviosa
melancólica, humedad, algo triste
pero una tarde hermosa a la luz del fuego.
Días otoñales de mañanas de sol, y tardes de lluvia
besos sosegados presagio de un amor duradero
paseos cogidos de la mano mostrando el calor verdadero.
De Paquita Pedros y Ramon Ubalde (España)
Derechos reservados de los autores.
Llegan las suaves brisas de Otoño
se caen las hojas de los árboles
los amaneceres tienen un bello
y suave color anaranjado.
Bellos paseos por el parque
escuchando la suave música
que al pasear las hojas caídas
suenan haciéndome recordarte.
Recordar cosas bellas que llegan
a mi mente en estas tardes de Otoño
tardes melancólicas, con suaves brisas
en ese parque que tantos recuerdos me trae
Van cambiando los tonos de los colores
los brillantes dan paso a los cálidos pasteles
los cantos de los pájaros se van alejando
y las lluvias humedecen el ambiente.
El ambiente se vuelve cálido
el sol calienta con suavidad
los días son más cortos, las noches
más largas, la luna brilla en todo su esplendor.
Los olores cambian, y la lluvia nos acerca
un suave y limpio olor a tierra húmeda
que refresca y aclara el ambiente,
y renueva mi deseo de abrazarte.
Un fuego calienta el ambiente
hace que entremos en calor
ese calor hace que me entren
deseos de besarte, ese fuego otoñal.
Tengo la mirada perdida a través de la ventana
mis ojos se pierden en la lejanía en un paisaje
bucólico, de hojas caídas, y lluvia fresca
en mi cabeza el deseo de abrazarte.
Paisajes bellos, de colores marrones
donde hace que la melancolía,
se apodere de mí, siento a lo lejos
una bella melodía, que siga con deseos de besarte.
Una tarde tormentosa en el exterior
dentro un hogar alborotan las chispas de la leña
tú leyendo tu libro entre tanto yo busco en el otro rincón
mirándote atento, de mis versos la inspiración.
Inspiración que tú me das, sin querer,
inspiración que llevo a mi papel
versos que salen de una tarde lluviosa
melancólica, humedad, algo triste
pero una tarde hermosa a la luz del fuego.
Días otoñales de mañanas de sol, y tardes de lluvia
besos sosegados presagio de un amor duradero
paseos cogidos de la mano mostrando el calor verdadero.
De Paquita Pedros y Ramon Ubalde (España)
Derechos reservados de los autores.
