Nada somos, pero se agradecen los sueños y los buenos poemas como este, que al final, posiblemente algo seamos, con transcendencia o sin ella.Sueño que sueño
y que de ello
me doy cuenta,
en ese horizonte
de eventos
donde se desprende
el ser de la conciencia
llevo de la hormiga
su trascendencia:
Soy nada,
soy alguien
soy todo.
FLL