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Carabela en el mar

Siento ese velo de brisa marina,
que mueve las velas de mi carabela,
henchidas de satisfacción, por ser mi perla
mi regalo esperado, una carabela marina.

Curtida en estos anchos mares de la vida,
quiero que me enseñe más el sufrimiento,
pues me temo que me seguiré sorprendiendo,
viendo las vidas perdidas, por quien perdió la partida.

No hay sendas en el mar, tiene que usar su experiencia,
para encontrar lo que no me dejan , por su crueldad, ver.
Carabela, sigue surcando esta tierra, en busca de ciencia,
para ver si inyectándoles, les remuerde la conciencia-

Locos estamos por vivir, por consumir,
pero no nos preguntamos, como están el resto de los humanos.
Si viésemos algunas matanzas, que los soldados van a presumir,
tal vez, cambiaríamos de parecer y nos llamaríamos inhumanos.

Cuando quiere el capital, aplasta lo necesario,
no importa que pasa mañana, solo lo de diario.
Da lo mismo las especies, la vida de algunos humanos,
ellos arreglarán las cosas, con la apisonadora aplastándolos.

Ya tenemos lo necesario, para construir o plantar,
venderemos mucho de esto o aquello,
la muerte es un daño colateral, imprescindible para ganar,
imprescindible extinguir, aquella especie y lo bello.

Mi carabela, con las velas henchidas por el viento…

Concha Balada
ESPAÑA 01/10/15
Reservados los Derechos de Autor
 

Tony_Drüms

Miembro Conocido
Siento ese velo de brisa marina,
que mueve las velas de mi carabela,
henchidas de satisfacción, por ser mi perla
mi regalo esperado, una carabela marina.

Curtida en estos anchos mares de la vida,
quiero que me enseñe más el sufrimiento,
pues me temo que me seguiré sorprendiendo,
viendo las vidas perdidas, por quien perdió la partida.

No hay sendas en el mar, tiene que usar su experiencia,
para encontrar lo que no me dejan , por su crueldad, ver.
Carabela, sigue surcando esta tierra, en busca de ciencia,
para ver si inyectándoles, les remuerde la conciencia-

Locos estamos por vivir, por consumir,
pero no nos preguntamos, como están el resto de los humanos.
Si viésemos algunas matanzas, que los soldados van a presumir,
tal vez, cambiaríamos de parecer y nos llamaríamos inhumanos.

Cuando quiere el capital, aplasta lo necesario,
no importa que pasa mañana, solo lo de diario.
Da lo mismo las especies, la vida de algunos humanos,
ellos arreglarán las cosas, con la apisonadora aplastándolos.

Ya tenemos lo necesario, para construir o plantar,
venderemos mucho de esto o aquello,
la muerte es un daño colateral, imprescindible para ganar,
imprescindible extinguir, aquella especie y lo bello.

Mi carabela, con las velas henchidas por el viento…
Algún día, cuando los recursos se extingan, sera cuando recién nuestra conciencia humana reaccione. Lindo poema reflexivo. Te aplaude, Tony.
 
Siento ese velo de brisa marina,
que mueve las velas de mi carabela,
henchidas de satisfacción, por ser mi perla
mi regalo esperado, una carabela marina.

Curtida en estos anchos mares de la vida,
quiero que me enseñe más el sufrimiento,
pues me temo que me seguiré sorprendiendo,
viendo las vidas perdidas, por quien perdió la partida.

No hay sendas en el mar, tiene que usar su experiencia,
para encontrar lo que no me dejan , por su crueldad, ver.
Carabela, sigue surcando esta tierra, en busca de ciencia,
para ver si inyectándoles, les remuerde la conciencia-

Locos estamos por vivir, por consumir,
pero no nos preguntamos, como están el resto de los humanos.
Si viésemos algunas matanzas, que los soldados van a presumir,
tal vez, cambiaríamos de parecer y nos llamaríamos inhumanos.

Cuando quiere el capital, aplasta lo necesario,
no importa que pasa mañana, solo lo de diario.
Da lo mismo las especies, la vida de algunos humanos,
ellos arreglarán las cosas, con la apisonadora aplastándolos.

Ya tenemos lo necesario, para construir o plantar,
venderemos mucho de esto o aquello,
la muerte es un daño colateral, imprescindible para ganar,
imprescindible extinguir, aquella especie y lo bello.

Mi carabela, con las velas henchidas por el viento…

Concha Balada
ESPAÑA 01/10/15
Reservados los Derechos de Autor
CONCHITA

¡Qué positivo faro orienta
tu potente carabela, sin importar
las tempestades del mar!

Abrazos y besos de mi balcón quiteño
de geranios multicromáticos,

Guillermo.
 

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