DR Jose Roberto Hernandez
Miembro Conocido
Estimada Alma:
Hoy se que no me vas a responder, pues me he dado cuenta de tu espíritu camaleónico.
Se que callarás el verbo tras el reproche que a gritos te plasmé ayer y que no terminaste de escuchar cuando cerraste la puerta en mis narices
Recuerdo la hipocresía de tu conducta cuando el amor era un canal fácil para ambos; entonces te vestías de rojo brillante y bailabas sobre la piel de mi tronco, restregándome en la cara tu experiencia en el amor
Recuerdo que ante la ambigüedad tu color llegaba a penas a rosa pálido y asomabas una sonrisa por la ventana del pecho, esa ventana que queda al lado izquierdo del frente de tu casa
Hoy que la traición me golpeo, tu, alma mía, has pintado tus labios de negro, te has encogido de hombros y me esquivas, no tienes respuestas a mis preguntas.
He decidido dejar ir mi cromatina, ser un ser gris y abandonar los palpitos del corazón, en definitiva sin mi amor y sin tus respuestas, no tiene sentido la vida
Vampi
Hoy se que no me vas a responder, pues me he dado cuenta de tu espíritu camaleónico.
Se que callarás el verbo tras el reproche que a gritos te plasmé ayer y que no terminaste de escuchar cuando cerraste la puerta en mis narices
Recuerdo la hipocresía de tu conducta cuando el amor era un canal fácil para ambos; entonces te vestías de rojo brillante y bailabas sobre la piel de mi tronco, restregándome en la cara tu experiencia en el amor
Recuerdo que ante la ambigüedad tu color llegaba a penas a rosa pálido y asomabas una sonrisa por la ventana del pecho, esa ventana que queda al lado izquierdo del frente de tu casa
Hoy que la traición me golpeo, tu, alma mía, has pintado tus labios de negro, te has encogido de hombros y me esquivas, no tienes respuestas a mis preguntas.
He decidido dejar ir mi cromatina, ser un ser gris y abandonar los palpitos del corazón, en definitiva sin mi amor y sin tus respuestas, no tiene sentido la vida
Vampi