angela rodriguez
Miembro Conocido
Carta de un poeta solo.---------------------------------------------------
Heme aquí de nuevo frente al papel en blanco intentando poner en él
Todo mi dolor, pero las lágrimas me van borrando algunas letras y así como el dolor y mi sangre; se diluyen con la tinta del papel.
No hay mucho que contar, más que las horas que paso en compañía del llanto, custodiado por el insomnio y ese frío que me dejaste, las ansias de ser ella y las ganas de volver a ser yo.
Tengo las manos frías y la caligrafía no es muy buena.
La otra noche, como todas recordaba como un día fui feliz, como un día sonreí y me preguntaba: ¿Por qué ahora no es así? Y después de indagar entendí que tales maravillas no sucederían más en mí. Mi felicidad lleva tu nombre y mis sonrisas eran para ti, ya tan lejos, ya con ella, esos días no serán más para mí.
También tu ausencia me trajo en las noches el recuerdo de mis días de poeta, loco y enamorado, enamorado de ti, de cada poro, de cada segundo de tu respiración; y entonces me dije: “quiero volver a escribir así” pero recordé que mi inspiración partió un día de la mano de la traición.
Como ves… nada nuevo que contar, el mismo insomnio, las mismas lágrimas, el mismo dolor, el mismo poeta ya sin alma ni corazón, medio poeta, loco de atar y enamorado de un recuerdo nada más.
Hace días veo anochecer y amanecer de nuevo sin cerrar los ojos y me pregunto: ¿Qué clase de poeta soy? Y comprendo que finalmente soy distinto, soy un poeta triste, de esos que se suicidan a diario entre letras, lágrimas y papel, el que ve las horas del reloj todas iguales, ese al que ocasionalmente se le detiene el corazón y agoniza entre versos pero no muere, simplemente soy… un poeta solo.
En la próxima carta tal vez leas lo mismo, también tendré las manos frías y la mala caligrafía, finalmente algún día te hartarás de leer lágrimas en cartas de un poeta solo.
Ahora llueve y hace frío, tomaré mis hojas de papel, una pluma y mi botella de ron y así sobreviviré sin ti esta noche también.
A N G E L A
Un poeta solo.
Heme aquí de nuevo frente al papel en blanco intentando poner en él
Todo mi dolor, pero las lágrimas me van borrando algunas letras y así como el dolor y mi sangre; se diluyen con la tinta del papel.
No hay mucho que contar, más que las horas que paso en compañía del llanto, custodiado por el insomnio y ese frío que me dejaste, las ansias de ser ella y las ganas de volver a ser yo.
Tengo las manos frías y la caligrafía no es muy buena.
La otra noche, como todas recordaba como un día fui feliz, como un día sonreí y me preguntaba: ¿Por qué ahora no es así? Y después de indagar entendí que tales maravillas no sucederían más en mí. Mi felicidad lleva tu nombre y mis sonrisas eran para ti, ya tan lejos, ya con ella, esos días no serán más para mí.
También tu ausencia me trajo en las noches el recuerdo de mis días de poeta, loco y enamorado, enamorado de ti, de cada poro, de cada segundo de tu respiración; y entonces me dije: “quiero volver a escribir así” pero recordé que mi inspiración partió un día de la mano de la traición.
Como ves… nada nuevo que contar, el mismo insomnio, las mismas lágrimas, el mismo dolor, el mismo poeta ya sin alma ni corazón, medio poeta, loco de atar y enamorado de un recuerdo nada más.
Hace días veo anochecer y amanecer de nuevo sin cerrar los ojos y me pregunto: ¿Qué clase de poeta soy? Y comprendo que finalmente soy distinto, soy un poeta triste, de esos que se suicidan a diario entre letras, lágrimas y papel, el que ve las horas del reloj todas iguales, ese al que ocasionalmente se le detiene el corazón y agoniza entre versos pero no muere, simplemente soy… un poeta solo.
En la próxima carta tal vez leas lo mismo, también tendré las manos frías y la mala caligrafía, finalmente algún día te hartarás de leer lágrimas en cartas de un poeta solo.
Ahora llueve y hace frío, tomaré mis hojas de papel, una pluma y mi botella de ron y así sobreviviré sin ti esta noche también.
A N G E L A
Un poeta solo.
