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Casandra

¡Ayyy ! ¿Qué era aquello que estaba sucediendo? Su abuela Petra era golpeada brutalmente por aquellos tres jóvenes
Un joven como de veintitrés años de edad, al momento de decir ¡danos el dinero! dio una fuerte patada en el rostro de la abuela que le tiró los lentes e inmediatamente le hinchó la mejilla poniéndose violácea. De allí en adelante la brutalidad fue in crescendo.
Casandra los miraba paralizada de terror. Por la boca entreabierta brotaban ríos de saliva, que reflejaba como si fueran pequeños gusanos eléctricos, la luz de las velas y veladoras que se encontraban en esa habitación casi en penumbras.
Los tres jóvenes se encontraban presos de un nerviosismo que los conllevaba a una violencia desquiciada que ni siquiera les permitía pensar que no le concedían tiempo a la pobre abuela para responder. La golpiza que le dieron a la abuela petra fue brutal.
Cuando se dieron cuenta que la anciana se encontraba apunto de morir, y que aunque quisiera responder ya no podría, dejaron de golpearla.
La abuela Petra, con el rostro tumefacto y sangrante, la nariz rota, los labios reventados, la boca sangrando y sin los pocos dientes que le quedaban, algunas aberturas en la cabeza hechas con el arma de fuego que llevaba uno de los maleantes, algunas costillas rotas, moretones por todo el cuerpo e incluso una rodilla rota por un bestial golpe propinado en violenta patada, levantò un poco la lastimada cabeza para mirar como los tres individuos se acercaban su hermosa nieta.
***
Era descendiente de magos ancestrales, al menos era lo que su abuela Petra que era santera, decía.
De hecho su nombre que era Casandra se lo había puesto su abuela en honor de aquel gran mago ancestral, Casander de la orden de los Istari.
Su padre había fallecido dos meses antes de ella nacer. Y su madre falleció al nacer ella.
Por lo cual su abuela se había hecho cargo de su cuidado. De esto hacía veintidós años.
Ella nació con un daño cerebral, Parálisis Cerebral había dicho el médico que la atendió.
Tenia atrofiada la capacidad de hablar, aunque sí escuchaba, y supuestamente sus capacidades, cognoscitiva y motriz también. Y a pesar de su mal, tenia un bonito cuerpo.
Su abuela la cuidaba y trataba con mucho amor. Había prometido cuidarla toda su vida.
Vivian en una casa dentro de una colonia popular. La puerta daba directamente a la calle, ya que era el lugar donde la abuela atendía a sus clientes que se conformaban desde gente del vecindario, hasta gente famosa que acudía a consultarla por que tenia fama de ser muy efectiva en sus limpias y curaciones espirituales.
Al fondo de este recibidor se encontraba otra puerta que conducía al resto de l casa.
En esta primera habitación había en una pared pintado un tetragrama, con la palabra Iahvé en hebreo pintada en rojo y algunos símbolos más, altares dedicados a diversas deidades y, curioso, de diferentes culturas y épocas, dibujos que recordaban el famoso libro Necronomicòn y también la cultura asiria, así como imágenes de Vudú, varios collares con cuentas de diferentes colores, así mismo plantas y frutos diversos, objetos varios, incenciàrios, velas de colores, algunas prendidas y muchos objetos más.
La abuela Petra se encontraba preparando algunas substancias a base de hierbas Mientras preparaba sus brebajes y artilugios escucho un “haaah”, algo forzado e infantil.
Era Casandra, se encontraba sentada en un sillón, En sus manos sostenía una muñeca, de unos ochenta centímetros de alto. Era en verdad una muñeca algo grande, además ye se encontraba maltratada y sucia. No es que tuviera un rostro bonito, mas bien era un rostro de muñeca común aunque en sus ojos, su mirada si denotaban una cierta fiereza que daría un poco de temor a quién no estuviera acostumbrada a verla. Casandra levantando su rostro de rasgos mongólicos y sonriendo le señalaba hacia una repisa que se encontraba a un lado de la puerta. Señalando una pequeña estatua, un ídolo que representaba a Osùn (1) que tenia a su lado algunas ofrendas y un pequeño vaso con aguardiente. Este se encontraba caído hacia un costado
La abuela creyendo que lo que quería era jugar con algún objeto, no le prestó mucha atención. Concentrada con sus ocupaciones solo le dijo que aguardara a que terminara de hacer lo que estaba haciendo. No se fijo que el ídolo estaba caído.
Casandra movió la cabeza en sentido afirmativo, al tiempo que agitaba la mano en sentido negativo al tiempo que volvía a emitir otro sonido gutural que sonó así; “hooaaaaah”, como diciendo ¡Nooo!
La abuela, acostumbrada esto lo tomo como solo un capricho de querer jugar con la estatuilla o con alguna de sus ofrendas, y ya no le presto atención siguiendo con su actividad mientras Casandra seguía emitiendo sonidos desesperados.
¡Abuela, mira! Osùn algo quiere decirte. ¡No, no quiero que me prestes la estatuilla. Fíjate por favor, algo quiere decirte. ¡Ponle atención!
¡Elegguà!(2) Permite que mi abuela se de cuenta del aviso de Osùn. ¡No permitas que nada malo suceda!
Allá en lo màs profundo de su mente fue su ruego para el Orisha Principal de Yoruba.
Al paso de algunos minutos, se escuchò un ruido en la puerta, y al volver las dos el rostro, vieron a tres hombres jóvenes, uno de ellos con pistola en mano y los otros dos con puñal en su diestra, los cuales se abalanzaron contra la abuela diciendo -Esto es un asalto- tomandola de la ropa la sentaron en una silla.
De ahí en adelante la fue una inhumana golpiza, sin embargo la abuela no dijo una sola palabra.
Al no haber podido obtener el lugar del dinero, pensaron que si amenazaban con hacer daño a la nieta podrían obligar a la abuela a decir donde guardaba el dinero.
Al acercarse a la muchacha y al momento de tomarla uno de ellos del cabello dando un fuerte tirón escucharon a la abuela decir –Pagaran muy caro esta afrenta, Eleggua-Eshù(3) estará presente en sus vidas hasta que paguen- Y soltando el cuerpo quedo muerta.
Uno de ellos se acerco a la abuela, la tomo de los cabellos, y levantándole la cara se dio cuenta que estaba muerta.
-Esta muerta- comunicò a sus amigos.
El que tomò a la muchacha de los cabellos. Dijo con tono enojado –Esta escuincla no creo que pueda decirnos nada. Ademàs de tarada, no habla- Y arrebatándole la muñeca a la cual alejo de sì con una patada. Se pusieron de acuerdo y violaron a la muchacha y golpendola, desahogaron su frustración. Al terminar tan cruel acto contra la indefensa muchacha, uno de ellos cortó un mechón de cabello a la muñeca con su cuchillo y después, al tiempo que clavaba el puñal en el plástico a la altura de la entrepierna dijo dirigiéndose a la muñeca. –esto es para que no digas que a ti no te tocò. Soltando una leve risita.
Luego apresurados buscaron revolviendo todas las cosas. Al encontrar algo màs de cinco mil pesos, y algunas joyas, pocas, creyeron que era todo y salieron huyendo dejando a Casandra bañada en sangre y desmayada e un rincón de la habitación. Y nadie se percatò que a la muñeca, de donde le hicieran el corte con el cuchillo, le brotaba un hilillo de sangre.
Después de algún tiempo, en los periódicos se daba una noticia, que parecía ser el final de alguna tragedia que involucraba a tres amigos que en diferentes días, con un lapso de una semana de diferencia, es decir en veintiún días, habían fallecido en diferentes circunstancias. Aunque de una forma muy cruel e inexplicable.
Uno de ellos, el primero en fallecer, lo encontraron muerto de un fuerte golpe en la cabeza, el rostro desfigurado, y el cuerpo molido a golpes.
El segundo fue encontrado muerto igualmente a golpes, la cabeza sin cabello que fue arrancado con todo y cuero cabelludo. Parecía que se lo arrancaron cuando aún se encontraba con vida.
El tercero fue encontrado en su habitación, colgado con una sábana de uno de los barrotes, el más alto, de la protección de la ventana. Como si se hubiera suicidado.
Lo extraño en los tres casos es que los tres se encontraron mutilados del sexo, cuyos penes se encontraron a un lado de los cadáveres, pero no cortados, sino arrancados. -Para lograr esto- dijo el médico forense, se requiere de una fuerza brutal”
***
Alla, en la casa de Casandra, esta se encontraba en su recamara sentada sobre la cama con su muñeca de pie frente a ella y acariciándole el cabello, que extrañamente lo tenia parejo, sin huellas de que hubiera sido cortado, le dijo sonriéndole amorosamente –Casandra, mi amor, prometì cuidar de ti, y lo cumplirè aùn a costa de mi alma. La muñeca mirándola amorosamente y sonriendo le contestò –Te quiero abuela.

Rubèn Fontes “el loco”
 
Última edición:

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
¡Ayyy ! ¿Qué era aquello que estaba sucediendo? Su abuela Petra era golpeada brutalmente por aquellos tres jóvenes
Un joven como de veintitrés años de edad, al momento de decir ¡danos el dinero! dio una fuerte patada en el rostro de la abuela que le tiró los lentes e inmediatamente le hinchó la mejilla poniéndose violácea. De allí en adelante la brutalidad fue in crescendo.
Casandra los miraba paralizada de terror. Por la boca entreabierta brotaban ríos de saliva, que reflejaba como si fueran pequeños gusanos eléctricos, la luz de las velas y veladoras que se encontraban en esa habitación casi en penumbras.
Los tres jóvenes se encontraban presos de un nerviosismo que los conllevaba a una violencia desquiciada que ni siquiera les permitía pensar que no le concedían tiempo a la pobre abuela para responder. La golpiza que le dieron a la abuela petra fue brutal.
Cuando se dieron cuenta que la anciana se encontraba apunto de morir, y que aunque quisiera responder ya no podría, dejaron de golpearla.
La abuela Petra, con el rostro tumefacto y sangrante, la nariz rota, los labios reventados, la boca sangrando y sin los pocos dientes que le quedaban, algunas aberturas en la cabeza hechas con el arma de fuego que llevaba uno de los maleantes, algunas costillas rotas, moretones por todo el cuerpo e incluso una rodilla rota por un bestial golpe propinado en violenta patada, levantò un poco la lastimada cabeza para mirar como los tres individuos se acercaban su hermosa nieta.
***
Era descendiente de magos ancestrales, al menos era lo que su abuela Petra que era santera, decía.
De hecho su nombre que era Casandra se lo había puesto su abuela en honor de aquel gran mago ancestral, Casander de la orden de los Istari.
Su padre había fallecido dos meses antes de ella nacer. Y su madre falleció al nacer ella.
Por lo cual su abuela se había hecho cargo de su cuidado. De esto hacía veintidós años.
Ella nació con un daño cerebral, Parálisis Cerebral había dicho el médico que la atendió.
Tenia atrofiada la capacidad de hablar, aunque sí escuchaba, y supuestamente sus capacidades, cognoscitiva y motriz también. Y a pesar de su mal, tenia un bonito cuerpo.
Su abuela la cuidaba y trataba con mucho amor. Había prometido cuidarla toda su vida.
Vivian en una casa dentro de una colonia popular. La puerta daba directamente a la calle, ya que era el lugar donde la abuela atendía a sus clientes que se conformaban desde gente del vecindario, hasta gente famosa que acudía a consultarla por que tenia fama de ser muy efectiva en sus limpias y curaciones espirituales.
Al fondo de este recibidor se encontraba otra puerta que conducía al resto de l casa.
En esta primera habitación había en una pared pintado un tetragrama, con la palabra Iahvé en hebreo pintada en rojo y algunos símbolos más, altares dedicados a diversas deidades y, curioso, de diferentes culturas y épocas, dibujos que recordaban el famoso libro Necronomicòn y también la cultura asiria, así como imágenes de Vudú, varios collares con cuentas de diferentes colores, así mismo plantas y frutos diversos, objetos varios, incenciàrios, velas de colores, algunas prendidas y muchos objetos más.
La abuela Petra se encontraba preparando algunas substancias a base de hierbas Mientras preparaba sus brebajes y artilugios escucho un “haaah”, algo forzado e infantil.
Era Casandra, se encontraba sentada en un sillón, En sus manos sostenía una muñeca, de unos ochenta centímetros de alto. Era en verdad una muñeca algo grande, además ye se encontraba maltratada y sucia. No es que tuviera un rostro bonito, mas bien era un rostro de muñeca común aunque en sus ojos, su mirada si denotaban una cierta fiereza que daría un poco de temor a quién no estuviera acostumbrada a verla. Casandra levantando su rostro de rasgos mongólicos y sonriendo le señalaba hacia una repisa que se encontraba a un lado de la puerta. Señalando una pequeña estatua, un ídolo que representaba a Osùn (1) que tenia a su lado algunas ofrendas y un pequeño vaso con aguardiente. Este se encontraba caído hacia un costado
La abuela creyendo que lo que quería era jugar con algún objeto, no le prestó mucha atención. Concentrada con sus ocupaciones solo le dijo que aguardara a que terminara de hacer lo que estaba haciendo. No se fijo que el ídolo estaba caído.
Casandra movió la cabeza en sentido afirmativo, al tiempo que agitaba la mano en sentido negativo al tiempo que volvía a emitir otro sonido gutural que sonó así; “hooaaaaah”, como diciendo ¡Nooo!
La abuela, acostumbrada esto lo tomo como solo un capricho de querer jugar con la estatuilla o con alguna de sus ofrendas, y ya no le presto atención siguiendo con su actividad mientras Casandra seguía emitiendo sonidos desesperados.
¡Abuela, mira! Osùn algo quiere decirte. ¡No, no quiero que me prestes la estatuilla. Fíjate por favor, algo quiere decirte. ¡Ponle atención!
¡Elegguà!(2) Permite que mi abuela se de cuenta del aviso de Osùn. ¡No permitas que nada malo suceda!
Allá en lo màs profundo de su mente fue su ruego para el Orisha Principal de Yoruba.
Al paso de algunos minutos, se escuchò un ruido en la puerta, y al volver las dos el rostro, vieron a tres hombres jóvenes, uno de ellos con pistola en mano y los otros dos con puñal en su diestra, los cuales se abalanzaron contra la abuela diciendo -Esto es un asalto- tomandola de la ropa la sentaron en una silla.
De ahí en adelante la fue una inhumana golpiza, sin embargo la abuela no dijo una sola palabra.
Al no haber podido obtener el lugar del dinero, pensaron que si amenazaban con hacer daño a la nieta podrían obligar a la abuela a decir donde guardaba el dinero.
Al acercarse a la muchacha y al momento de tomarla uno de ellos del cabello dando un fuerte tirón escucharon a la abuela decir –Pagaran muy caro esta afrenta, Eleggua-Eshù(3) estará presente en sus vidas hasta que paguen- Y soltando el cuerpo quedo muerta.
Uno de ellos se acerco a la abuela, la tomo de los cabellos, y levantándole la cara se dio cuenta que estaba muerta.
-Esta muerta- comunicò a sus amigos.
El que tomò a la muchacha de los cabellos. Dijo con tono enojado –Esta escuincla no creo que pueda decirnos nada. Ademàs de tarada, no habla- Y arrebatándole la muñeca a la cual alejo de sì con una patada. Se pusieron de acuerdo y violaron a la muchacha y golpendola, desahogaron su frustración. Al terminar tan cruel acto contra la indefensa muchacha, uno de ellos cortó un mechón de cabello a la muñeca con su cuchillo y después, al tiempo que clavaba el puñal en el plástico a la altura de la entrepierna dijo dirigiéndose a la muñeca. –esto es para que no digas que a ti no te tocò. Soltando una leve risita.
Luego apresurados buscaron revolviendo todas las cosas. Al encontrar algo màs de cinco mil pesos, y algunas joyas, pocas, creyeron que era todo y salieron huyendo dejando a Casandra bañada en sangre y desmayada e un rincón de la habitación. Y nadie se percatò que a la muñeca, de donde le hicieran el corte con el cuchillo, le brotaba un hilillo de sangre.
Después de algún tiempo, en los periódicos se daba una noticia, que parecía ser el final de alguna tragedia que involucraba a tres amigos que en diferentes días, con un lapso de una semana de diferencia, es decir en veintiún días, habían fallecido en diferentes circunstancias. Aunque de una forma muy cruel e inexplicable.
Uno de ellos, el primero en fallecer, lo encontraron muerto de un fuerte golpe en la cabeza, el rostro desfigurado, y el cuerpo molido a golpes.
El segundo fue encontrado muerto igualmente a golpes, la cabeza sin cabello que fue arrancado con todo y cuero cabelludo. Parecía que se lo arrancaron cuando aún se encontraba con vida.
El tercero fue encontrado en su habitación, colgado con una sábana de uno de los barrotes, el más alto, de la protección de la ventana. Como si se hubiera suicidado.
Lo extraño en los tres casos es que los tres se encontraron mutilados del sexo, cuyos penes se encontraron a un lado de los cadáveres, pero no cortados, sino arrancados. -Para lograr esto- dijo el médico forense, se requiere de una fuerza brutal”
***
Alla, en la casa de Casandra, esta se encontraba en su recamara sentada sobre la cama con su muñeca de pie frente a ella y acariciándole el cabello, que extrañamente lo tenia parejo, sin huellas de que hubiera sido cortado, le dijo sonriéndole amorosamente –Casandra, mi amor, prometì cuidar de ti, y lo cumplirè aùn a costa de mi alma. La muñeca mirándola amorosamente y sonriendo le contestò –Te quiero abuela.

Rubèn Fontes “el loco”

Excelente relato Rubén,una muerte vengada y una abuela que nunca dejó de cuidar a su nieta excelente desenlace amigo,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.
 

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