Jurcan Uriarte Pontleca
Miembro Conocido
HECHOS DE LA VIDA REAL
CIELO GANADO
“¡Vaya, mañana!!! Tenía rato esperando el colectivo (Combi); se pasaban de frente. Creí comprender que se trataba de “la hora pico”, eso lo explicaba todo. Tuve que esperar un poco más.
“Minutos después, alguien pidió la parada y un colectivo se detuvo a escasos metros de donde me encontraba. Descendieron dos personas y aproveché para abordarlo. “Apenas había cupo para mi.
Varias calles adelante hicieron la parada otros pasajeros para abordarlo.
Creo que no cabía una persona más, sin embargo el “cumbiero”, detuvo el colectivo, abrió la portezuela y sentí un empujón, otro y otro; había más personas intentando subir; la verdad me molesté ---no dije nada al “cumbiero”---; de manera autoritaria y enfadado, con algunas leperadas me dijo: “arrímese para que suban los demás”; molesto le contesté: “dónde quieres meterlos, ya no caben”; cerró la portezuela y dio el arrancón.
“Más adelante llegamos a un boulevard; descendió ahí la mayor parte de pasajeros. Respiré profundo ---me faltaba mucho para llegar a mi destino---; traté de evadir la mirada retadora de aquel fulano que se dice operador y no es más que un chafirete de segunda, cafre, “cumbiero”, o lo que sea, además vulgar y broncudo ----menos conductor, que era lo que estaba pensando---.
“Para evitar problemas, en la parada siguiente decidí apearme, pese a que me faltaba buen tramo para llegar a mi destino.
“Fue una experiencia más para constatar que, los chistes y cuentos se derivan de la realidad o parte de ella, y recordé por qué dice la gente que los “cumbieros”, “tienen ya el cielo ganado”…:
“Pues bien. “Resulta que en lugares diferentes se mueren dos personas. Un sacerdote y un “cumbiero”. Llegan ante San Pedro y éste le pregunta al primero:
“---- ¿Cómo te llamas? Contesta: Valentín. Mhhh,
“--- ¿A qué te dedicas?. Soy “cumbiero”., manejo una combi y... “De inmediato se nota el entusiasmo de San Pedro y le dice:
“--- ¡Pásale!
“¡Inmediatamente se escuchan fanfarrias y gran regocijo! ---Como en la vida terrenal se dice---, “lo recibieron con pachanga”.
“Al mirar esto, el sacerdote, conjetura:
“---¡Vaya! Eso que él es “cumbiero”, lo reciben así, pues yo que fui representante de Dios en la tierra, ya me imagino el “fiestón”, que me espera.
“Lamentablemente pasan las horas, días y la fiesta sigue con el “cumbiero”.
“El sacerdote desesperado gritaba y golpeaba la puerta con más fuerza, pero era ignorado; por casualidad se asomó San Pedro y el sacerdote le pregunta:
“--- ¿Oye Pedro, a qué horas voy a entrar yo?
“Pedro le contesta: “--- ¡Quéeee!!! Aquí no entra cualquiera.
“¡Pedro, yo no soy cualquiera! Y podrías explícame ¿Por qué? Él, que es “cumbiero”. hasta con música lo recibiste, entonces, yo…
“----Bueno, vamos por partes, ¿Cómo te llamas: “soy el padre Ambrosio, sacerdote de…
"¡Uy, mano ---le dice Pedro---, así menos,
“---¿Pero, por qué?. Dame alguna explicación:
“----Verás: “cuando un “cumbiero”. va manejando, todo mundo va rezando y cuando ustedes dicen sus misas, rosarios o sermones, todo mundo se duerme.
“--- ¿Quién tiene más derecho…? Fin.
Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
21/07/2016 Derechos de Autor Reservados.©
CIELO GANADO
“¡Vaya, mañana!!! Tenía rato esperando el colectivo (Combi); se pasaban de frente. Creí comprender que se trataba de “la hora pico”, eso lo explicaba todo. Tuve que esperar un poco más.
“Minutos después, alguien pidió la parada y un colectivo se detuvo a escasos metros de donde me encontraba. Descendieron dos personas y aproveché para abordarlo. “Apenas había cupo para mi.
Varias calles adelante hicieron la parada otros pasajeros para abordarlo.
Creo que no cabía una persona más, sin embargo el “cumbiero”, detuvo el colectivo, abrió la portezuela y sentí un empujón, otro y otro; había más personas intentando subir; la verdad me molesté ---no dije nada al “cumbiero”---; de manera autoritaria y enfadado, con algunas leperadas me dijo: “arrímese para que suban los demás”; molesto le contesté: “dónde quieres meterlos, ya no caben”; cerró la portezuela y dio el arrancón.
“Más adelante llegamos a un boulevard; descendió ahí la mayor parte de pasajeros. Respiré profundo ---me faltaba mucho para llegar a mi destino---; traté de evadir la mirada retadora de aquel fulano que se dice operador y no es más que un chafirete de segunda, cafre, “cumbiero”, o lo que sea, además vulgar y broncudo ----menos conductor, que era lo que estaba pensando---.
“Para evitar problemas, en la parada siguiente decidí apearme, pese a que me faltaba buen tramo para llegar a mi destino.
“Fue una experiencia más para constatar que, los chistes y cuentos se derivan de la realidad o parte de ella, y recordé por qué dice la gente que los “cumbieros”, “tienen ya el cielo ganado”…:
“Pues bien. “Resulta que en lugares diferentes se mueren dos personas. Un sacerdote y un “cumbiero”. Llegan ante San Pedro y éste le pregunta al primero:
“---- ¿Cómo te llamas? Contesta: Valentín. Mhhh,
“--- ¿A qué te dedicas?. Soy “cumbiero”., manejo una combi y... “De inmediato se nota el entusiasmo de San Pedro y le dice:
“--- ¡Pásale!
“¡Inmediatamente se escuchan fanfarrias y gran regocijo! ---Como en la vida terrenal se dice---, “lo recibieron con pachanga”.
“Al mirar esto, el sacerdote, conjetura:
“---¡Vaya! Eso que él es “cumbiero”, lo reciben así, pues yo que fui representante de Dios en la tierra, ya me imagino el “fiestón”, que me espera.
“Lamentablemente pasan las horas, días y la fiesta sigue con el “cumbiero”.
“El sacerdote desesperado gritaba y golpeaba la puerta con más fuerza, pero era ignorado; por casualidad se asomó San Pedro y el sacerdote le pregunta:
“--- ¿Oye Pedro, a qué horas voy a entrar yo?
“Pedro le contesta: “--- ¡Quéeee!!! Aquí no entra cualquiera.
“¡Pedro, yo no soy cualquiera! Y podrías explícame ¿Por qué? Él, que es “cumbiero”. hasta con música lo recibiste, entonces, yo…
“----Bueno, vamos por partes, ¿Cómo te llamas: “soy el padre Ambrosio, sacerdote de…
"¡Uy, mano ---le dice Pedro---, así menos,
“---¿Pero, por qué?. Dame alguna explicación:
“----Verás: “cuando un “cumbiero”. va manejando, todo mundo va rezando y cuando ustedes dicen sus misas, rosarios o sermones, todo mundo se duerme.
“--- ¿Quién tiene más derecho…? Fin.
Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
21/07/2016 Derechos de Autor Reservados.©
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