Luis Underground
Moderador de Versos a Media Luz
COMO EN CASA:
Tantas horas atado a la noche…
Noches en que no pego el ojo
de estar enfocado en el infierno
que esclaviza en cada causa sin fortuna.
Pero ese no es el fuego que más me arde
si no aquella luz que no perdona
a los noctámbulos ni a los vagabundos
que se esfumaron por sus rayos…
Ahora sólo queda el borrascoso recuerdo
de mis dulces sueños acurrucado
en los contornos de un alucinante abrazo
que no se marchitaba bajo el ocaso.
¡Oh doncella ilusionada!
Si me vieras ahora te espantarías,
con los ojos rojos y la cara chueca
sin el mayor atisbo de salud y brío
como una masa amontonada en el lecho
sin poder dormir ante el confuso
resplandor de tu luz que no me dice nada,
y voy como un espectro sin parada por las calles
más oscuras para huir de ti, y de las vacías
miradas que apenas sobre calientan mi ansia.
Aunque siendo ya de noche
el horror común me hace sentir como en casa…
Tantas horas atado a la noche…
Noches en que no pego el ojo
de estar enfocado en el infierno
que esclaviza en cada causa sin fortuna.
Pero ese no es el fuego que más me arde
si no aquella luz que no perdona
a los noctámbulos ni a los vagabundos
que se esfumaron por sus rayos…
Ahora sólo queda el borrascoso recuerdo
de mis dulces sueños acurrucado
en los contornos de un alucinante abrazo
que no se marchitaba bajo el ocaso.
¡Oh doncella ilusionada!
Si me vieras ahora te espantarías,
con los ojos rojos y la cara chueca
sin el mayor atisbo de salud y brío
como una masa amontonada en el lecho
sin poder dormir ante el confuso
resplandor de tu luz que no me dice nada,
y voy como un espectro sin parada por las calles
más oscuras para huir de ti, y de las vacías
miradas que apenas sobre calientan mi ansia.
Aunque siendo ya de noche
el horror común me hace sentir como en casa…