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Miembro Conocido
Me enredé en tu ropa besando tus labios,
que suaves fragancias a flores tenía.
Tu cuerpo desnudo parecía un poema
y calmo mi cuerpo abrigó tu frío.
Una chispa ardiente se veía en tus ojos
mi cuerpo en silencio no pudo aguantar;
aquel paraíso yo quise habitar:
ella era mi Eva, yo era su Adán,
¡ Maldita serpiente ! fue la tentación
y al darme su fruta comencé a morder
sus labios, sus senos, su vientre, su ser,
mi fuerza interior me dijo: ¡ Qué pena !
conmoviose mi alma, lloro el corazón,
¿Qué mortal no cede a tanta belleza?
hablando el amor nuestra misma lengua.
Ella...silenciosa me pidió la mano
envuelta en un mundo de dicha y placer.
27\10\2014
Ysidro Parra-Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
que suaves fragancias a flores tenía.
Tu cuerpo desnudo parecía un poema
y calmo mi cuerpo abrigó tu frío.
Una chispa ardiente se veía en tus ojos
mi cuerpo en silencio no pudo aguantar;
aquel paraíso yo quise habitar:
ella era mi Eva, yo era su Adán,
¡ Maldita serpiente ! fue la tentación
y al darme su fruta comencé a morder
sus labios, sus senos, su vientre, su ser,
mi fuerza interior me dijo: ¡ Qué pena !
conmoviose mi alma, lloro el corazón,
¿Qué mortal no cede a tanta belleza?
hablando el amor nuestra misma lengua.
Ella...silenciosa me pidió la mano
envuelta en un mundo de dicha y placer.
27\10\2014
Ysidro Parra-Venezuela
Reservados Derechos de Autor.