Estoy allí,
parado
bajo ese alero,
mientras observo
el incesante
repiquetear
de las gotas
de lluvia,
sobre
el pavimento.
Impactan,
provocando
el salpicar
de otras
y terminan
convertidas
en pequeños
riachuelos,
que sin
poderse detener,
caen engullidos
por algún
resumidero
con un destino
incierto,
de difícil
pronóstico.
Observo
que otras
en cambio,
caen sobre
la tierra desnuda
y de inmediato,
esta las abraza
y las cobija,
entregándoles
su amor
y su ternura.
Me figuro
que soy,
un mudo
espectador
de una gran
puesta
en escena,
con un título
sugerente,
..."como
la vida misma"
Estoy allí, digo
inmóvil,
sumido en
mis pensamientos
y me percato
de que la lluvia
ha amainado
y con paso lento,
continúo
mi camino
eludiendo
los charcos
y pequeños
senderos,
...no vaya
a ser cosa
que caiga,...
donde no debo