Amalia Lateano
Miembro Conocido
a torrejas con azúcar.
La taza con cascarilla
Tan humeante y profunda...
Añeja se adormecía
en la caricia desnuda
o la mirada perdida
perdida tras la columna
de una niña que crecía
siempre tras de tu cintura.
Lento llegó el mediodía
que trajo tanta ternura
y la tersura en la piel
suave como la llanura.
Llegó el amor tras la reja
( poco duró la clausura)
y tu piel, la que hoy añoro,
halló escondida hermosura.
Fue el tiempo de tibia siembra
de los hijos de la espuma.
Al buscarte en los retratos
los rostros... Tiene la luna...
Vuelo sereno y cercano
ya lejano de amargura.
Siempre la tarde rodea
para que brille tu altura.
Lenta se viene la noche,
barrilete sin pavura.
barrilete sin pavura.
La vida pendió de un hilo
y te abrazó la frescura.-
Amalia Lateano
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