Un pino miraba
a una encina,
algo receloso.
Pues cargada
de bellotas,
ofrecía trufas
a los cerdos.
Y a sus piñas le dijo:
Caéros y enterráos,
sin soltar un piñon.
Les explicó:
Que el piñon,
siempre será pino,
pinar y sombra de pueblos.
Y que la encina,
es alimento de cerdos,
Y cuando no... sólo corcho,
y poco jamón.
a una encina,
algo receloso.
Pues cargada
de bellotas,
ofrecía trufas
a los cerdos.
Y a sus piñas le dijo:
Caéros y enterráos,
sin soltar un piñon.
Les explicó:
Que el piñon,
siempre será pino,
pinar y sombra de pueblos.
Y que la encina,
es alimento de cerdos,
Y cuando no... sólo corcho,
y poco jamón.