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Cuando me haya ido


Cuando me haya ido
busca auroras nuevas,
en sus arreboles
estará mi esencia.
No desmayes nunca,
andaré en tu senda
para levantarte
si acaso tropiezas.
Cantaré en la lluvia,
bailaré en la etérea
caricia del viento
para que me sepas.
Reiré en el trino
y aún en la niebla,
hallarás mi imagen,
si preciso fuera.
Cuando yo me vaya,
si un río emergiera
de tus bellos ojos,
deja que se extienda.
Que lo inunde todo,
que limpie tu era
y renace, fuerte,
a tu vida nueva.
Vuelve a la sonrisa,
rompe las cadenas,
nunca me habré ido,
estaré en tu esencia
y estarás conmigo
cuando lo requieras.
Porque somos uno,
corre por tus venas
mi sangre de madre,
esa que te diera
al darte la vida,
Río de mi cuenca.
Porque nueve lunas
libaste mi néctar
mientras redondeabas
mi figura esbelta
y me regalabas
sensaciones nuevas.
Yo te di la vida,
tú, me diste estrellas.
Recógelas todas
en aquella fecha
y serán las luces
que alumbren tu senda.
Alba Rivero
 

José Luis Blázquez

JURADO - MODERADOR de los Foros de Poética Clásica
No hay palabras, Alba, para definir tan bella y emotiva obra. Tienes una forma de escribir que conecta directamente con el corazón de quien lo lee.

Un abrazo.
 

Matilde

Miembro Conocido

Cuando me haya ido
busca auroras nuevas,
en sus arreboles
estará mi esencia.
No desmayes nunca,
andaré en tu senda
para levantarte
si acaso tropiezas.
Cantaré en la lluvia,
bailaré en la etérea
caricia del viento
para que me sepas.
Reiré en el trino
y aún en la niebla,
hallarás mi imagen,
si preciso fuera.
Cuando yo me vaya,
si un río emergiera
de tus bellos ojos,
deja que se extienda.
Que lo inunde todo,
que limpie tu era
y renace, fuerte,
a tu vida nueva.
Vuelve a la sonrisa,
rompe las cadenas,
nunca me habré ido,
estaré en tu esencia
y estarás conmigo
cuando lo requieras.
Porque somos uno,
corre por tus venas
mi sangre de madre,
esa que te diera
al darte la vida,
Río de mi cuenca.
Porque nueve lunas
libaste mi néctar
mientras redondeabas
mi figura esbelta
y me regalabas
sensaciones nuevas.
Yo te di la vida,
tú, me diste estrellas.
Recógelas todas
en aquella fecha
y serán las luces
que alumbren tu senda.
Alba Rivero

Sentidos y profundos versos en romance que es un placer leer.

Despliegas imágenes que emocionan amiga, como mujer me

siento identificada, en éste otoño mío.

Un abrazo cordial y afectuoso.

Matilde
 

Cuando me haya ido
busca auroras nuevas,
en sus arreboles
estará mi esencia.
No desmayes nunca,
andaré en tu senda
para levantarte
si acaso tropiezas.
Cantaré en la lluvia,
bailaré en la etérea
caricia del viento
para que me sepas.
Reiré en el trino
y aún en la niebla,
hallarás mi imagen,
si preciso fuera.
Cuando yo me vaya,
si un río emergiera
de tus bellos ojos,
deja que se extienda.
Que lo inunde todo,
que limpie tu era
y renace, fuerte,
a tu vida nueva.
Vuelve a la sonrisa,
rompe las cadenas,
nunca me habré ido,
estaré en tu esencia
y estarás conmigo
cuando lo requieras.
Porque somos uno,
corre por tus venas
mi sangre de madre,
esa que te diera
al darte la vida,
Río de mi cuenca.
Porque nueve lunas
libaste mi néctar
mientras redondeabas
mi figura esbelta
y me regalabas
sensaciones nuevas.
Yo te di la vida,
tú, me diste estrellas.
Recógelas todas
en aquella fecha
y serán las luces
que alumbren tu senda.
Alba Rivero

Imposible no emocionarse con éste poema de amor de madre a hijo, precioso, me encantó ....Felicitaciones Alba, es lo mejor que te he leído. Abrazo
 

Severino Esteve

Miembro Conocido
No sé si será por el dulce ritmo del romancillo, o por el sosiego que mana de tus versos, o por la fuerza que traslada al lector, o por… El caso es que esta despedida, que no ha de ser hasta dentro de muchos años, fluye y hace poema por ella misma.
Muy buen legado en esta vida que da vida.
Un abrazo, Alba, hasta el mismo Montevideo.
 
No sé si será por el dulce ritmo del romancillo, o por el sosiego que mana de tus versos, o por la fuerza que traslada al lector, o por… El caso es que esta despedida, que no ha de ser hasta dentro de muchos años, fluye y hace poema por ella misma.
Muy buen legado en esta vida que da vida.
Un abrazo, Alba, hasta el mismo Montevideo.
Infinitas gracias estimado amigo Severino por tu lectura y este bonito comentario.
Otro abrazo lleno de gratitud para ti.
 

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