JAVIER TOMAS
Sub Administrador
Bebía en la taberna
contando días gloriosos
entre caras de asombro
de incredulos bisoños.
Bebía como la mar,
bramaba como un trueno,
pero su orgullo ardía
consumiendole sin freno.
Él quería sentir
el galope del corcel
que en su pecho resonó
sin darle cuartel.
Sentir el goce
de una mujer
recuerdos que el viento
se empeña en barrer.
Luchar contra los elementos,
contra enemigos valientes,
contra la muerte burlona
cuando te enseña los dientes.
Pero sus días se apagan
sus fuerzas son extintas
solo se asoman fanfarroneando
y cargado de pintas.
Él, que nunca tuvo miedo,
tiembla en sus últimos días
viendo su gloria caída
en lápidas frías.
contando días gloriosos
entre caras de asombro
de incredulos bisoños.
Bebía como la mar,
bramaba como un trueno,
pero su orgullo ardía
consumiendole sin freno.
Él quería sentir
el galope del corcel
que en su pecho resonó
sin darle cuartel.
Sentir el goce
de una mujer
recuerdos que el viento
se empeña en barrer.
Luchar contra los elementos,
contra enemigos valientes,
contra la muerte burlona
cuando te enseña los dientes.
Pero sus días se apagan
sus fuerzas son extintas
solo se asoman fanfarroneando
y cargado de pintas.
Él, que nunca tuvo miedo,
tiembla en sus últimos días
viendo su gloria caída
en lápidas frías.