Rober
Miembro Conocido
Caminaba siete cuadras hasta llegar a la fábrica
en la que trabajé duro por siete años.
Entraba a las siete de la mañana
trabajaba siete horas por un salario miserable
de siete pesos la hora, que no alcanzaba
para ayudar a alimentar a mis siete hermanos menores.
Entraba a la nocturna a las siete de la tarde
sudaba sangre para eximirme con siete.
No me vengan ahora con la colorida historia
que este número de mierda es de la buena suerte.
en la que trabajé duro por siete años.
Entraba a las siete de la mañana
trabajaba siete horas por un salario miserable
de siete pesos la hora, que no alcanzaba
para ayudar a alimentar a mis siete hermanos menores.
Entraba a la nocturna a las siete de la tarde
sudaba sangre para eximirme con siete.
No me vengan ahora con la colorida historia
que este número de mierda es de la buena suerte.