En mis sueños ocurría;
yo tenía el amor perfecto
todo aquello que deseo, sucedía
y sin ser ciego, no veía defecto,
al sol confundía con la luna
a las estrellas con la bruma
a la ilusión con la fantasía
y al cariño, con el afecto..
Nunca quise despertar,
la realidad era más indefinida,
ni ver a la felicidad desertar
porque el sueño era mi vida.
Pero el amanecer llegaba
y el miedo me invadía
y si un día te preguntaba...
-¿vivirás conmigo el día?.
Lo hice con total empeño
y lo plasmé en la poesía;
ahora, he perdido el sueño
al saber que ya eres mía.