Después del aguacero
espero me desintegre el río,
y en el remanso
de la roca y el vaho,
me convierta en
alguien distinto,
me devuelva a mi estado
único, antiquísimo,
sacrificio donde colmen
mis arterias los relámpagos,
y mis ojos se los lleve el aire,
pues siendo así, una victima
propiciatoria del paisaje
me pregunte si en
tu fisonomía de agua
fue primero el arenal
o primero la borrasca,
y me colmes todos los huecos,
mi plenitud no será por completo
llenarme los vacíos,
sino vaciar mi propia estructura
en todos tus espacios conocidos,
y te reconozcas, te necesites,
solo que ahora, en alguien distinto.
FLL