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Dos historias - poema diecisiete

XVII

Que no descubra nuestro secreto el sol
Déjalo que se recree en el silencio de la noche.
No causes reproches en las mentes nocturnas.
Desnuda tu alma a la Luz de la Luna.

Baila sin cesar mientras aplaudo tu belleza,
mientras contemplo tus movimientos seductores.
Canta, y que tu canto resuene en mi memoria.
Ámame locamente bajo esta fiebre de otoño.

Entre las noches de desvelo escribo tu poesía
ésa, la que inspira tu conocimiento sabio.
Contemplo tu talle, tu silueta perfecta
mientras voy dando gusto a mis pupilas.

Que no descubra nuestro secreto el sol
déjalo bailando bajo la luna.
Anclaré sueños y pasiones sobre tu pecho dorado
y viviré plenamente con nuestro secreto, enamorado.

No delates tus antojos ante los que nos juzgan,
deja que se cuaje tus lágrimas en mis versos.
No permitas que otro inhumano tu corazón rompa,
deja que tus quebrantos se alivien con mis besos.

Que la distancia entre nuestras miradas
cada vez se contemplen más cerca,
que tu risa brote entre mis verdes montañas
y perdure bajo los rayos pálidos dela luna.

No permitas que descubra el sol nuestro secreto
conoces las reglas estrictas de este juego.
Nunca olvides que la noche es nuestra confidente
del amor inmenso que los dos sentimos.

Doblarán las golondrinas sus alas en su vuelo.
Las lechuzas animarán la noche con su canto.
Los maizales danzarán en su espacio surcado.
El Guabo con su tallo agigantado, nos abrazará.

No permitas que sangre mi corazón aventurero,
con tus apasionados y ardientes besos
ésos, que derraman fiebre bendita sobre la fértil tierra
calma el riachuelo sangriento que nace de mi alma.

Que el sol no descubra nuestro secreto
¡si nos amamos o peleamos es nuestra convivencia!
Al fin y al cabo las palabrasconducen a lo correcto.
No creo que para ti sea cruel aceptar mi presencia.

No permitas que la lluvia resfríe tus sentidos
ni te aparte un instante de mi lado.
No querrás quedarte sola en el silencio, pensando
Que lo nuestro es mejor echarlo al olvido.

No querrás tirar al aire los recuerdos
menos los versos que impregne en tu boca
nunca te di motivos para hacerlo,
no creo que éste amor te esté volviendo loca.

Perdón por la forma agreste de decir las cosas,
no es mi intensión martirizar tu alma,
no es justo callar sabiendo que estás en falta
y que no hay excusas para fragmentar tus palabras.

Que no te asombre mi comportamiento enérgico
menos mis gritos ásperos y turbulentos;
sé que no es la forma educada de corregir las cosas
pero, si por algo grito, me das motivos para hacerlo.

¡Perdón!, no es mi intensión incomodar tu noche
hay mil razones buenas para empezar aamarnos.
Si intenté abrir tu corazón a golpe de besos
¡perdón!, es difícil entenderlo.

Que no se entere el sol de nuestro secreto
que no escuche las palabras que bailan bajo el Guabo.
He mencionado tu nombre tantas veces
será porque de tiempo nos hemos encontrado.

Hay un beso mío que rosa tu mejilla,
mis oídos se agudizan para escuchar tu respiro,
¡y otra vez tus palabras reclaman lo vivido!
y otro beso mío te cierra la boca.

¡Perdón! la noche no es para intensificar discusiones,
Es para continuar lo que ayer hubo entre nosotros
¡Mujer! sin más quejas, nimás reproches,
Deja que te ame, como si fuera la primera noche.

¿Recuerdas?...
Cuando nuestras miradas se perdían en un suspiro
Cuando un gemido tuyo arrullaba mis palabras
Cuando tus besos se abrigaban con los míos…

Cuando tus cabellos se embrollaban en mis dedos
y tus dedos recorrían mi cuerpo sudoso…
¿Recuerdas la luna de abril colarse entre los arboles?
¿Las hojas de otoño? ¿La hierba? ¿Recuerdas?...

Sé que aun sigues amándome en tus benditas sienes,
que aun sigues sintiéndome en tus abriles de lluvia,
mágico es saber que en tus besos aun perduran
el néctar exquisito de mi seducción de hombre.

No hay motivo alguno para agachar la cabeza
conozco tu sonrisa, tus sabias palabras
sé, que nunca serás capaz de traicionar a tu alma
porque tu alma te enseño a amar por vez primera.

Que no descubra nuestro secreto el sol.
¡Esta nerviosa!... un ahogo interrumpe tus palabras
un beso míote cierra la boca. ¡No grites!
no creo que éste amor te esté volviendo loca.
Autor: Percy Rojas Palomino
@Derechos Reservados
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
XVII

Que no descubra nuestro secreto el sol
Déjalo que se recree en el silencio de la noche.
No causes reproches en las mentes nocturnas.
Desnuda tu alma a la Luz de la Luna.

Baila sin cesar mientras aplaudo tu belleza,
mientras contemplo tus movimientos seductores.
Canta, y que tu canto resuene en mi memoria.
Ámame locamente bajo esta fiebre de otoño.

Entre las noches de desvelo escribo tu poesía
ésa, la que inspira tu conocimiento sabio.
Contemplo tu talle, tu silueta perfecta
mientras voy dando gusto a mis pupilas.

Que no descubra nuestro secreto el sol
déjalo bailando bajo la luna.
Anclaré sueños y pasiones sobre tu pecho dorado
y viviré plenamente con nuestro secreto, enamorado.

No delates tus antojos ante los que nos juzgan,
deja que se cuaje tus lágrimas en mis versos.
No permitas que otro inhumano tu corazón rompa,
deja que tus quebrantos se alivien con mis besos.

Que la distancia entre nuestras miradas
cada vez se contemplen más cerca,
que tu risa brote entre mis verdes montañas
y perdure bajo los rayos pálidos dela luna.

No permitas que descubra el sol nuestro secreto
conoces las reglas estrictas de este juego.
Nunca olvides que la noche es nuestra confidente
del amor inmenso que los dos sentimos.

Doblarán las golondrinas sus alas en su vuelo.
Las lechuzas animarán la noche con su canto.
Los maizales danzarán en su espacio surcado.
El Guabo con su tallo agigantado, nos abrazará.

No permitas que sangre mi corazón aventurero,
con tus apasionados y ardientes besos
ésos, que derraman fiebre bendita sobre la fértil tierra
calma el riachuelo sangriento que nace de mi alma.

Que el sol no descubra nuestro secreto
¡si nos amamos o peleamos es nuestra convivencia!
Al fin y al cabo las palabrasconducen a lo correcto.
No creo que para ti sea cruel aceptar mi presencia.

No permitas que la lluvia resfríe tus sentidos
ni te aparte un instante de mi lado.
No querrás quedarte sola en el silencio, pensando
Que lo nuestro es mejor echarlo al olvido.

No querrás tirar al aire los recuerdos
menos los versos que impregne en tu boca
nunca te di motivos para hacerlo,
no creo que éste amor te esté volviendo loca.

Perdón por la forma agreste de decir las cosas,
no es mi intensión martirizar tu alma,
no es justo callar sabiendo que estás en falta
y que no hay excusas para fragmentar tus palabras.

Que no te asombre mi comportamiento enérgico
menos mis gritos ásperos y turbulentos;
sé que no es la forma educada de corregir las cosas
pero, si por algo grito, me das motivos para hacerlo.

¡Perdón!, no es mi intensión incomodar tu noche
hay mil razones buenas para empezar aamarnos.
Si intenté abrir tu corazón a golpe de besos
¡perdón!, es difícil entenderlo.

Que no se entere el sol de nuestro secreto
que no escuche las palabras que bailan bajo el Guabo.
He mencionado tu nombre tantas veces
será porque de tiempo nos hemos encontrado.

Hay un beso mío que rosa tu mejilla,
mis oídos se agudizan para escuchar tu respiro,
¡y otra vez tus palabras reclaman lo vivido!
y otro beso mío te cierra la boca.

¡Perdón! la noche no es para intensificar discusiones,
Es para continuar lo que ayer hubo entre nosotros
¡Mujer! sin más quejas, nimás reproches,
Deja que te ame, como si fuera la primera noche.

¿Recuerdas?...
Cuando nuestras miradas se perdían en un suspiro
Cuando un gemido tuyo arrullaba mis palabras
Cuando tus besos se abrigaban con los míos…

Cuando tus cabellos se embrollaban en mis dedos
y tus dedos recorrían mi cuerpo sudoso…
¿Recuerdas la luna de abril colarse entre los arboles?
¿Las hojas de otoño? ¿La hierba? ¿Recuerdas?...

Sé que aun sigues amándome en tus benditas sienes,
que aun sigues sintiéndome en tus abriles de lluvia,
mágico es saber que en tus besos aun perduran
el néctar exquisito de mi seducción de hombre.

No hay motivo alguno para agachar la cabeza
conozco tu sonrisa, tus sabias palabras
sé, que nunca serás capaz de traicionar a tu alma
porque tu alma te enseño a amar por vez primera.

Que no descubra nuestro secreto el sol.
¡Esta nerviosa!... un ahogo interrumpe tus palabras
un beso míote cierra la boca. ¡No grites!
no creo que éste amor te esté volviendo loca.
Autor: Percy Rojas Palomino
@Derechos Reservados

Wowwwww que bello poema Percy,es muy hermoso ,tiene mucha intensidad y es muy enérgico un amor que arrolla cualquier desición y cualquier desatino,me encanto,gracias por compartir,un beso grande.
 
Es una belleza tu poema. El segundo poema que te leo y me gusta como el primero. Abrazos ha sido un placer leerte Percy. Abrazos y sigue escribiendo. Lo haces maravillosamente.
 
XVII

Que no descubra nuestro secreto el sol
Déjalo que se recree en el silencio de la noche.
No causes reproches en las mentes nocturnas.
Desnuda tu alma a la Luz de la Luna.

Baila sin cesar mientras aplaudo tu belleza,
mientras contemplo tus movimientos seductores.
Canta, y que tu canto resuene en mi memoria.
Ámame locamente bajo esta fiebre de otoño.

Entre las noches de desvelo escribo tu poesía
ésa, la que inspira tu conocimiento sabio.
Contemplo tu talle, tu silueta perfecta
mientras voy dando gusto a mis pupilas.

Que no descubra nuestro secreto el sol
déjalo bailando bajo la luna.
Anclaré sueños y pasiones sobre tu pecho dorado
y viviré plenamente con nuestro secreto, enamorado.

No delates tus antojos ante los que nos juzgan,
deja que se cuaje tus lágrimas en mis versos.
No permitas que otro inhumano tu corazón rompa,
deja que tus quebrantos se alivien con mis besos.

Que la distancia entre nuestras miradas
cada vez se contemplen más cerca,
que tu risa brote entre mis verdes montañas
y perdure bajo los rayos pálidos dela luna.

No permitas que descubra el sol nuestro secreto
conoces las reglas estrictas de este juego.
Nunca olvides que la noche es nuestra confidente
del amor inmenso que los dos sentimos.

Doblarán las golondrinas sus alas en su vuelo.
Las lechuzas animarán la noche con su canto.
Los maizales danzarán en su espacio surcado.
El Guabo con su tallo agigantado, nos abrazará.

No permitas que sangre mi corazón aventurero,
con tus apasionados y ardientes besos
ésos, que derraman fiebre bendita sobre la fértil tierra
calma el riachuelo sangriento que nace de mi alma.

Que el sol no descubra nuestro secreto
¡si nos amamos o peleamos es nuestra convivencia!
Al fin y al cabo las palabrasconducen a lo correcto.
No creo que para ti sea cruel aceptar mi presencia.

No permitas que la lluvia resfríe tus sentidos
ni te aparte un instante de mi lado.
No querrás quedarte sola en el silencio, pensando
Que lo nuestro es mejor echarlo al olvido.

No querrás tirar al aire los recuerdos
menos los versos que impregne en tu boca
nunca te di motivos para hacerlo,
no creo que éste amor te esté volviendo loca.

Perdón por la forma agreste de decir las cosas,
no es mi intensión martirizar tu alma,
no es justo callar sabiendo que estás en falta
y que no hay excusas para fragmentar tus palabras.

Que no te asombre mi comportamiento enérgico
menos mis gritos ásperos y turbulentos;
sé que no es la forma educada de corregir las cosas
pero, si por algo grito, me das motivos para hacerlo.

¡Perdón!, no es mi intensión incomodar tu noche
hay mil razones buenas para empezar aamarnos.
Si intenté abrir tu corazón a golpe de besos
¡perdón!, es difícil entenderlo.

Que no se entere el sol de nuestro secreto
que no escuche las palabras que bailan bajo el Guabo.
He mencionado tu nombre tantas veces
será porque de tiempo nos hemos encontrado.

Hay un beso mío que rosa tu mejilla,
mis oídos se agudizan para escuchar tu respiro,
¡y otra vez tus palabras reclaman lo vivido!
y otro beso mío te cierra la boca.

¡Perdón! la noche no es para intensificar discusiones,
Es para continuar lo que ayer hubo entre nosotros
¡Mujer! sin más quejas, nimás reproches,
Deja que te ame, como si fuera la primera noche.

¿Recuerdas?...
Cuando nuestras miradas se perdían en un suspiro
Cuando un gemido tuyo arrullaba mis palabras
Cuando tus besos se abrigaban con los míos…

Cuando tus cabellos se embrollaban en mis dedos
y tus dedos recorrían mi cuerpo sudoso…
¿Recuerdas la luna de abril colarse entre los arboles?
¿Las hojas de otoño? ¿La hierba? ¿Recuerdas?...

Sé que aun sigues amándome en tus benditas sienes,
que aun sigues sintiéndome en tus abriles de lluvia,
mágico es saber que en tus besos aun perduran
el néctar exquisito de mi seducción de hombre.

No hay motivo alguno para agachar la cabeza
conozco tu sonrisa, tus sabias palabras
sé, que nunca serás capaz de traicionar a tu alma
porque tu alma te enseño a amar por vez primera.

Que no descubra nuestro secreto el sol.
¡Esta nerviosa!... un ahogo interrumpe tus palabras
un beso míote cierra la boca. ¡No grites!
no creo que éste amor te esté volviendo loca.
Autor: Percy Rojas Palomino
@Derechos Reservados
Todo un despliegue poetico con mucha fuerza y entrega, felicidades me ha encantado, mis saludos cordiales.
 
XVII

Que no descubra nuestro secreto el sol
Déjalo que se recree en el silencio de la noche.
No causes reproches en las mentes nocturnas.
Desnuda tu alma a la Luz de la Luna.

Baila sin cesar mientras aplaudo tu belleza,
mientras contemplo tus movimientos seductores.
Canta, y que tu canto resuene en mi memoria.
Ámame locamente bajo esta fiebre de otoño.

Entre las noches de desvelo escribo tu poesía
ésa, la que inspira tu conocimiento sabio.
Contemplo tu talle, tu silueta perfecta
mientras voy dando gusto a mis pupilas.

Que no descubra nuestro secreto el sol
déjalo bailando bajo la luna.
Anclaré sueños y pasiones sobre tu pecho dorado
y viviré plenamente con nuestro secreto, enamorado.

No delates tus antojos ante los que nos juzgan,
deja que se cuaje tus lágrimas en mis versos.
No permitas que otro inhumano tu corazón rompa,
deja que tus quebrantos se alivien con mis besos.

Que la distancia entre nuestras miradas
cada vez se contemplen más cerca,
que tu risa brote entre mis verdes montañas
y perdure bajo los rayos pálidos dela luna.

No permitas que descubra el sol nuestro secreto
conoces las reglas estrictas de este juego.
Nunca olvides que la noche es nuestra confidente
del amor inmenso que los dos sentimos.

Doblarán las golondrinas sus alas en su vuelo.
Las lechuzas animarán la noche con su canto.
Los maizales danzarán en su espacio surcado.
El Guabo con su tallo agigantado, nos abrazará.

No permitas que sangre mi corazón aventurero,
con tus apasionados y ardientes besos
ésos, que derraman fiebre bendita sobre la fértil tierra
calma el riachuelo sangriento que nace de mi alma.

Que el sol no descubra nuestro secreto
¡si nos amamos o peleamos es nuestra convivencia!
Al fin y al cabo las palabrasconducen a lo correcto.
No creo que para ti sea cruel aceptar mi presencia.

No permitas que la lluvia resfríe tus sentidos
ni te aparte un instante de mi lado.
No querrás quedarte sola en el silencio, pensando
Que lo nuestro es mejor echarlo al olvido.

No querrás tirar al aire los recuerdos
menos los versos que impregne en tu boca
nunca te di motivos para hacerlo,
no creo que éste amor te esté volviendo loca.

Perdón por la forma agreste de decir las cosas,
no es mi intensión martirizar tu alma,
no es justo callar sabiendo que estás en falta
y que no hay excusas para fragmentar tus palabras.

Que no te asombre mi comportamiento enérgico
menos mis gritos ásperos y turbulentos;
sé que no es la forma educada de corregir las cosas
pero, si por algo grito, me das motivos para hacerlo.

¡Perdón!, no es mi intensión incomodar tu noche
hay mil razones buenas para empezar aamarnos.
Si intenté abrir tu corazón a golpe de besos
¡perdón!, es difícil entenderlo.

Que no se entere el sol de nuestro secreto
que no escuche las palabras que bailan bajo el Guabo.
He mencionado tu nombre tantas veces
será porque de tiempo nos hemos encontrado.

Hay un beso mío que rosa tu mejilla,
mis oídos se agudizan para escuchar tu respiro,
¡y otra vez tus palabras reclaman lo vivido!
y otro beso mío te cierra la boca.

¡Perdón! la noche no es para intensificar discusiones,
Es para continuar lo que ayer hubo entre nosotros
¡Mujer! sin más quejas, nimás reproches,
Deja que te ame, como si fuera la primera noche.

¿Recuerdas?...
Cuando nuestras miradas se perdían en un suspiro
Cuando un gemido tuyo arrullaba mis palabras
Cuando tus besos se abrigaban con los míos…

Cuando tus cabellos se embrollaban en mis dedos
y tus dedos recorrían mi cuerpo sudoso…
¿Recuerdas la luna de abril colarse entre los arboles?
¿Las hojas de otoño? ¿La hierba? ¿Recuerdas?...

Sé que aun sigues amándome en tus benditas sienes,
que aun sigues sintiéndome en tus abriles de lluvia,
mágico es saber que en tus besos aun perduran
el néctar exquisito de mi seducción de hombre.

No hay motivo alguno para agachar la cabeza
conozco tu sonrisa, tus sabias palabras
sé, que nunca serás capaz de traicionar a tu alma
porque tu alma te enseño a amar por vez primera.

Que no descubra nuestro secreto el sol.
¡Esta nerviosa!... un ahogo interrumpe tus palabras
un beso míote cierra la boca. ¡No grites!
no creo que éste amor te esté volviendo loca.
Autor: Percy Rojas Palomino
@Derechos Reservados
Hermoso... cada palabra vibra como cien mil temblores,
y todo en ti amanece en esa noche oscura,
y ese secreto amigo, de amar a quien te ama
te hace gritar al cielo tu mas sentido anhelo,
es hermoso, es hermoso, ese sentir que tienes,
mas cuando es en la noche que ella todo lo guarda...
mas cuando tu palabra se eterniza en ella,
y hace brillar el cielo con la mas blanca estrella.
Me encanto tu poema.
Saludos cordiales, abrazos a la distancia.
 
Agradezco, infinitamente a tod@s por leer y comentar mi escrito, realmente cada palabra de Uds. es un motivador excelente y sé que cuando dejan sus comentarios lo hacen de la manera más profunda, porque saben que en el interior de cada ser humano existe un poeta o uan poetiza dispuest@ a conquistar cada espacio neustro...Bendiciones a tod@s...Adelante!!!
 

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