Olimpia Era
Miembro Conocido
EL ADULADOR
Estoy cansada de tus insultos,
que no me aprecies en mi valía,
solo recuerdas a los incultos
de amigos que tenías.
Donde quedarán las palabras
en las que me alababas,
ahora no oigo ninguna,
pero sí, insultos y descalificaciones.
Yo era la más hermosa,
ahora solo soy una cosa
que crees que te pertenece
y estás equivocado, tengo coraje.
Coraje para decirte
que no te quiero ya,
amores los lleva el viento de poniente,
si no se riega convenientemente.
No te quejes, no señor,
si pasados unos años,
vuelves a llamar a mi puerta
y está, para ti cerrada y nunca abierta.
Te di todo mi cariño,
fui una madre abnegada,
yo, con mucho amor, tuve al niño
y fui la que aportaba todo lo que ganaba.
Ahora mi amor está dormido
y no te tengo rencor,
pero, ni se te ocurra pedirme un favor,
pues para ti, tengo lo merecido.
Ni favores, ni caricias
para ti, las he perdido,
yo quiero estar sin ti,
pues me has hecho desgraciada.
Olimpia Era
Estoy cansada de tus insultos,
que no me aprecies en mi valía,
solo recuerdas a los incultos
de amigos que tenías.
Donde quedarán las palabras
en las que me alababas,
ahora no oigo ninguna,
pero sí, insultos y descalificaciones.
Yo era la más hermosa,
ahora solo soy una cosa
que crees que te pertenece
y estás equivocado, tengo coraje.
Coraje para decirte
que no te quiero ya,
amores los lleva el viento de poniente,
si no se riega convenientemente.
No te quejes, no señor,
si pasados unos años,
vuelves a llamar a mi puerta
y está, para ti cerrada y nunca abierta.
Te di todo mi cariño,
fui una madre abnegada,
yo, con mucho amor, tuve al niño
y fui la que aportaba todo lo que ganaba.
Ahora mi amor está dormido
y no te tengo rencor,
pero, ni se te ocurra pedirme un favor,
pues para ti, tengo lo merecido.
Ni favores, ni caricias
para ti, las he perdido,
yo quiero estar sin ti,
pues me has hecho desgraciada.
Olimpia Era