Maria Rial. issisora
Miembro Conocido
6. El beso de un eslabón inquebrantable
El susurro del melodioso arrullo,
donde se derrama la vertiente inmaculada,
de mi alma enamorada…
Sagrada dadiva de creación,
la que me impulsa,
a posarme
entre los brazos
de tan preciosa pasión…
Piélago de ternuras inusitadas.
Forjador de eternos amaneceres,
donde nace un nosotros
entre mil cantos de imprevisibles aceres.
Depositario halagador de mis vertientes,
espectador de infinitas bondades…
Abre una flor de la tierra,
para besar el cielo de tu corazón iluminado,
eternizando la pasión, en incontables improvisaciones…
¡OH! gestor de ternuras infinitas,
dador inagotable, de lo inconcebible de mis días.
Eterno floreciente, amor infatigable,
chispa inmortal de mi sustento.
Paz que abriga,
al renacer entre tus brazos...
Desdeñada de irrelevantes nubarrones,
me concibes, acoges, contienes a ti…
¡Oh! amor imprevisible, sin nombre...
más perenemente nombrado.
El que vive en mí,
como el beso de un eslabón,
i n q u e b r a n t a b l e.
Retoño de tierna pasión...
¡Vida!
permite, que libre vuelen estas manos,
derramando tu fragancia infinita
en cada poema
para que en presente,
florezca, el paraíso de estos ojos,
con la simbiótica presencia del ser ...
Unidad de un amor,
d i v i n a m e n t e
consumado
entre
hombre y mujer.
ALEGRIA
María Rial . Issisora
-6-
El susurro del melodioso arrullo,
donde se derrama la vertiente inmaculada,
de mi alma enamorada…
Sagrada dadiva de creación,
la que me impulsa,
a posarme
entre los brazos
de tan preciosa pasión…
Piélago de ternuras inusitadas.
Forjador de eternos amaneceres,
donde nace un nosotros
entre mil cantos de imprevisibles aceres.
Depositario halagador de mis vertientes,
espectador de infinitas bondades…
Abre una flor de la tierra,
para besar el cielo de tu corazón iluminado,
eternizando la pasión, en incontables improvisaciones…
¡OH! gestor de ternuras infinitas,
dador inagotable, de lo inconcebible de mis días.
Eterno floreciente, amor infatigable,
chispa inmortal de mi sustento.
Paz que abriga,
al renacer entre tus brazos...
Desdeñada de irrelevantes nubarrones,
me concibes, acoges, contienes a ti…
¡Oh! amor imprevisible, sin nombre...
más perenemente nombrado.
El que vive en mí,
como el beso de un eslabón,
i n q u e b r a n t a b l e.
Retoño de tierna pasión...
¡Vida!
permite, que libre vuelen estas manos,
derramando tu fragancia infinita
en cada poema
para que en presente,
florezca, el paraíso de estos ojos,
con la simbiótica presencia del ser ...
Unidad de un amor,
d i v i n a m e n t e
consumado
entre
hombre y mujer.
ALEGRIA
María Rial . Issisora
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ALEGRIA
Maria Rial . Issisora
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