Borja Fernández
Miembro
El desierto que no dejaba huellas
Vago sólo por este seco desierto
plantado en el centro de mi corazón.
Aquí está todo, todo muy muerto,
como muerto yazco en mi viejo colchón.
¿Pues no serán más que locos delirios
los que a mi pobre mente atormentan?
Que no pueda yo llenar mis pasos vacíos
con los del alma que a mí me alienta?