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El espíritu de la noche buena - Evento de Navidad 2017

EL ESPÍRITU DE LA NOCHE BUENA

“CECI, salió de la Prepa., pasaría a la secundaria por su hermano Joel. Caminaba por esas calles que antes del diecinueve de septiembre lucían esplendorosas; ahora escombros y desolación.

“Venía meditando: “… todos entusiasmados por la Navidad, y de nosotros quién se ac..., a punto de soltar el llanto, un vehículo tocó el claxon para no atropellarla, que la sacó de su ensimismamiento.


“Llegaron al edificio; Protección Civil, había dictaminado habitable y sin riesgos. “Ya los esperaban Don César y doña Edu., con quienes convivían.
“Agradecieron a Dios, llegar con bien y platicaron sobre las fiestas que estaban por venir ----para ellos no de mucho agrado---.

“Llegada la Noche Buena, CECI y Joel, por la amargura que los embargaba, no deseaban participar. Haber perdido a sus padres en el sismo, para ellos no había Noche Buena, simplemente la llegada de Jesús, y ya, por eso decidieron ir a la iglesia más cercana, entregarse a la oración y olvidarse de todo.


“¡De pronto se miraron y coincidieron! Pese a su edad fueron tomados en cuenta, entonces decidieron regresar y convivir. Su intención era llegar e irse a dormir.

“Llegando al edificio fueron recibidos con algarabía por los demás inquilinos haciéndoles saber que ellos llevarían a los peregrinos. “Se cantaron los misterios, se pidió posada y se celebró con solemnidad el momento religioso del Nacimiento de Jesús, lo que ablandó e hizo olvidar los resentimientos en los corazones más duros y los recuerdos amargos.

“Ante una mesa que me antojaba sencilla pero exquisita, don César, tomó la palabra, a su lado doña Eduviges, también solicitó hablar. “---Don César dijo:

“…El gobierno nos facilitó este edificio debido al desastre del pasado mes de septiembre donde la mayor parte de nosotros perdimos familia y bienes.

“…Pero… aunque nos construyeran un palacio, para qué lo queremos si no tenemos familia para disfrutarlo.

“…Después del dolor conocimos la humildad, sencillez y ayudarnos como hermanos.

“…Debido a la soledad que nos embarga me refugié con la señora Edu., con moral, discreción y educación, ya que somos compañeros del mismo dolor y con la intención de formar una nueva familia.

“---Quisimos dejar esta confesión para un momento apropiado y éste, es el momento:

“---CECI y Joel, perdieron a sus padres; mi casa se derrumbó, perdí a mi esposa y dos hijos; la señora Eduviges, a su esposo y dos hijos.

“---CECI y Joel, se salvaron porque no se encontraban en sus casas en aquél trágico momento; el gobierno los becó para que siguieran estudiando.

“---Debido a nuestra edad no podemos ya engendrar hijos, pero eso no importa, ya los tenemos, solamente hace falta que nos acepten. Hemos pedido al Señor, nos escuche.

“---Deseamos de corazón que CECI y Joel, formen parte de esta, mi nueva familia.
“---Aunque no me digan papá, es difícil, también Edu., está consciente de ello.
“---Quizás, con el tiempo.

“---CECI y Joel, se miraron, soltaron el llanto y con emoción abrazaron a don César y a la señora Edu., quienes comprendieron que se habían ganado a estos dos jovencitos y reintegrarían una nueva familia.

“El espíritu de la Noche Buena, con el nacimiento de Jesús, se reflejó en quienes la desgracia se ensañó con la pérdida de sus seres queridos.

“Para Dios, no hay imposibles y siempre una solución. Los cuatro, abrazados y tomados de la mano se acercaron al pesebre, besaron al Niño Jesús, dándole las gracias por esta nueva familia.

Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
12/12/2017 Derechos de Autor Reservados.©
 
Última edición:
EL ESPÍRITU DE LA NOCHE BUENA

“CECI, salió de la Prepa., pasaría a la secundaria por su hermano Joel. Caminaba por esas calles que antes del diecinueve de septiembre lucían esplendorosas; ahora escombros y desolación.

“Venía meditando: “… todos entusiasmados por la Navidad, y de nosotros quién se ac..., a punto de soltar el llanto, un vehículo tocó el claxon para no atropellarla, que la sacó de su ensimismamiento.


“Llegaron al edificio; Protección Civil, había dictaminado habitable y sin riesgos. “Ya los esperaban Don César y doña Edu., con quienes convivían.
“Agradecieron a Dios, llegar con bien y platicaron sobre las fiestas que estaban por venir ----para ellos no de mucho agrado---.

“Llegada la Noche Buena, CECI y Joel, por la amargura que los embargaba, no deseaban participar. Haber perdido a sus padres en el sismo, para ellos no había Noche Buena, simplemente la llegada de Jesús, y ya, por eso decidieron ir a la iglesia más cercana, entregarse a la oración y olvidarse de todo.


“¡De pronto se miraron y coincidieron! Pese a su edad fueron tomados en cuenta, entonces decidieron regresar y convivir. Su intención era llegar e irse a dormir.

“Llegando al edificio fueron recibidos con algarabía por los demás inquilinos haciéndoles saber que ellos llevarían a los peregrinos. “Se cantaron los misterios, se pidió posada y se celebró con solemnidad el momento religioso del Nacimiento de Jesús, lo que ablandó e hizo olvidar los resentimientos en los corazones más duros y los recuerdos amargos.

“Ante una mesa que me antojaba sencilla pero exquisita, don César, tomó la palabra, a su lado doña Eduviges, también solicitó hablar. “---Don César dijo:

“…El gobierno nos facilitó este edificio debido al desastre del pasado mes de septiembre donde la mayor parte de nosotros perdimos familia y bienes.

“…Pero… aunque nos construyeran un palacio, para qué lo queremos si no tenemos familia para disfrutarlo.

“…Después del dolor conocimos la humildad, sencillez y ayudarnos como hermanos.

“…Debido a la soledad que nos embarga me refugié con la señora Edu., con moral, discreción y educación, ya que somos compañeros del mismo dolor y con la intención de formar una nueva familia.

“---Quisimos dejar esta confesión para un momento apropiado y éste, es el momento:

“---CECI y Joel, perdieron a sus padres; mi casa se derrumbó, perdí a mi esposa y dos hijos; la señora Eduviges, a su esposo y dos hijos.

“---CECI y Joel, se salvaron porque no se encontraban en sus casas en aquél trágico momento; el gobierno los becó para que siguieran estudiando.

“---Debido a nuestra edad no podemos ya engendrar hijos, pero eso no importa, ya los tenemos, solamente hace falta que nos acepten. Hemos pedido al Señor, nos escuche.

“---Deseamos de corazón que CECI y Joel, formen parte de esta, mi nueva familia.
“---Aunque no me digan papá, es difícil, también Edu., está consciente de ello.
“---Quizás, con el tiempo.

“---CECI y Joel, se miraron, soltaron el llanto y con emoción abrazaron a don César y a la señora Edu., quienes comprendieron que se habían ganado a estos dos jovencitos y reintegrarían una nueva familia.

“El espíritu de la Noche Buena, con el nacimiento de Jesús, se reflejó en quienes la desgracia se ensañó con la pérdida de sus seres queridos.

“Para Dios, no hay imposibles y siempre una solución. Los cuatro, abrazados y tomados de la mano se acercaron al pesebre, besaron al Niño Jesús, dándole las gracias por esta nueva familia.

Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
12/12/2017 Derechos de Autor Reservados.©

Bello relato,
un fuerte abrazo.
 
Mi querido gavilan21, tal parece que queremos disfrazar las penas. Lo acontecido aquí en Méxíco el pasado 19 de Septiembre nos une. Aunque deber ser siempre no precisamente a causa de los desastres. Pero Dios, sabe el por qué. Muchas gracias por leer estas humildes letras. Que disfrutes en familia las fiestas de fin de año y siempre. Sinceramente...
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
EL ESPÍRITU DE LA NOCHE BUENA

“CECI, salió de la Prepa., pasaría a la secundaria por su hermano Joel. Caminaba por esas calles que antes del diecinueve de septiembre lucían esplendorosas; ahora escombros y desolación.

“Venía meditando: “… todos entusiasmados por la Navidad, y de nosotros quién se ac..., a punto de soltar el llanto, un vehículo tocó el claxon para no atropellarla, que la sacó de su ensimismamiento.


“Llegaron al edificio; Protección Civil, había dictaminado habitable y sin riesgos. “Ya los esperaban Don César y doña Edu., con quienes convivían.
“Agradecieron a Dios, llegar con bien y platicaron sobre las fiestas que estaban por venir ----para ellos no de mucho agrado---.

“Llegada la Noche Buena, CECI y Joel, por la amargura que los embargaba, no deseaban participar. Haber perdido a sus padres en el sismo, para ellos no había Noche Buena, simplemente la llegada de Jesús, y ya, por eso decidieron ir a la iglesia más cercana, entregarse a la oración y olvidarse de todo.


“¡De pronto se miraron y coincidieron! Pese a su edad fueron tomados en cuenta, entonces decidieron regresar y convivir. Su intención era llegar e irse a dormir.

“Llegando al edificio fueron recibidos con algarabía por los demás inquilinos haciéndoles saber que ellos llevarían a los peregrinos. “Se cantaron los misterios, se pidió posada y se celebró con solemnidad el momento religioso del Nacimiento de Jesús, lo que ablandó e hizo olvidar los resentimientos en los corazones más duros y los recuerdos amargos.

“Ante una mesa que me antojaba sencilla pero exquisita, don César, tomó la palabra, a su lado doña Eduviges, también solicitó hablar. “---Don César dijo:

“…El gobierno nos facilitó este edificio debido al desastre del pasado mes de septiembre donde la mayor parte de nosotros perdimos familia y bienes.

“…Pero… aunque nos construyeran un palacio, para qué lo queremos si no tenemos familia para disfrutarlo.

“…Después del dolor conocimos la humildad, sencillez y ayudarnos como hermanos.

“…Debido a la soledad que nos embarga me refugié con la señora Edu., con moral, discreción y educación, ya que somos compañeros del mismo dolor y con la intención de formar una nueva familia.

“---Quisimos dejar esta confesión para un momento apropiado y éste, es el momento:

“---CECI y Joel, perdieron a sus padres; mi casa se derrumbó, perdí a mi esposa y dos hijos; la señora Eduviges, a su esposo y dos hijos.

“---CECI y Joel, se salvaron porque no se encontraban en sus casas en aquél trágico momento; el gobierno los becó para que siguieran estudiando.

“---Debido a nuestra edad no podemos ya engendrar hijos, pero eso no importa, ya los tenemos, solamente hace falta que nos acepten. Hemos pedido al Señor, nos escuche.

“---Deseamos de corazón que CECI y Joel, formen parte de esta, mi nueva familia.
“---Aunque no me digan papá, es difícil, también Edu., está consciente de ello.
“---Quizás, con el tiempo.

“---CECI y Joel, se miraron, soltaron el llanto y con emoción abrazaron a don César y a la señora Edu., quienes comprendieron que se habían ganado a estos dos jovencitos y reintegrarían una nueva familia.

“El espíritu de la Noche Buena, con el nacimiento de Jesús, se reflejó en quienes la desgracia se ensañó con la pérdida de sus seres queridos.

“Para Dios, no hay imposibles y siempre una solución. Los cuatro, abrazados y tomados de la mano se acercaron al pesebre, besaron al Niño Jesús, dándole las gracias por esta nueva familia.

Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
12/12/2017 Derechos de Autor Reservados.©

Una historia conmovedora Jurcan, cuanto dolor en esas cuatro almas que se reúnen en la magia de la Navidad con la esperanza de una segunda oportunidad,sentido y hermoso relato,gracias por participar,un beso grande.
Feliz Navidad!!!

 

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