El laberinto del fauno
Un día tuve la brillante idea
de llevar un agujero en mi bolsillo,
que a lo mejor perdí mi cartera
recorriendo varias veces mi camino,
pero cierto es que valió la pena
fue casualidad o fue un descuido,
se fue resbalando por la pierna,
convirtiéndose en un pobre fugitivo,
me dejé el corazón en una brecha
y esperó allí el tiempo preciso,
pintando lunas en primavera,
le crecieron las barbas hasta el piso,
cosechó la adecuada especia
y preparó un delicioso guiso
dejando aromáticas estelas
como el trayecto de la trenza en rizo
para que en tu andar hicieras una tregua
e inventaras en tu vida un inciso,
un espacio luminoso, toque de queda,
y te lo llevaras a vivir contigo.
Esa fue mi segunda brillante idea,
no el agujero, sino el camino,
que al andarlo te dieras cuenta
que me necesitas, como Yo te necesito.
FLL
Un día tuve la brillante idea
de llevar un agujero en mi bolsillo,
que a lo mejor perdí mi cartera
recorriendo varias veces mi camino,
pero cierto es que valió la pena
fue casualidad o fue un descuido,
se fue resbalando por la pierna,
convirtiéndose en un pobre fugitivo,
me dejé el corazón en una brecha
y esperó allí el tiempo preciso,
pintando lunas en primavera,
le crecieron las barbas hasta el piso,
cosechó la adecuada especia
y preparó un delicioso guiso
dejando aromáticas estelas
como el trayecto de la trenza en rizo
para que en tu andar hicieras una tregua
e inventaras en tu vida un inciso,
un espacio luminoso, toque de queda,
y te lo llevaras a vivir contigo.
Esa fue mi segunda brillante idea,
no el agujero, sino el camino,
que al andarlo te dieras cuenta
que me necesitas, como Yo te necesito.
FLL