EL RUEGO DE UN FETO
Te hablo desde lo profundo de tu ser.
Madre, por favor, ¡déjame nacer!
¿Por qué me quieres abortar?
siempre te he hecho la pregunta
y no me has querido contestar,
solamente tocas tu abdomen de una manera abrupta;
así me haces entender, que de mí, no quieres saber.
Madre, te he escuchado decir:
un hijo más no puedo tener;
que el dinero no te alcanza para vestir ni comer,
porque ya conmigo son cuatro;
y quien te embarazó: mi padre, al saberlo, te abandonó.
Madre, no tengo la culpa de que él te haya embarazado;
tú eres la culpable, por no haberte cuidado;
pero ello no es ningún problema,
"todo en la vida tiene solución",
lo sabes perfectamente.
Siéntete feliz, madre querida,
de saber que soy parte de tu vida.
Sabes bien que todas las mujeres
no tienen la dicha de concebir.
Por ti, mi nido precioso, sé que vivir es alegre.
No pienses en matarme,
ni con golpes en tu vientre
ni ingiriendo pastillas
¡Déjame retoñar en tus extrañas
y conocer lo que está afuera!
Madre querida, ¡déjame nacer!
¡Deja que me alimente de tus pechos!
¡Estréchame por siempre entre tus brazos!
Derechos Reservados de Autor.
Colombia.
Poyma(Seudónimo)