Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
El Gobierno socialista que preside Pedro Sánchez ha solicitado a la Abogacía del Estado que le aclare si el Monarca Emérito Don Juan Carlos I goza de inviolabilidad legal para ser investigado. Dicha Abogacía ha respondido que ya no, por haber dejado de ser Rey. Luego podrá ser juzgado por los posibles delitos fiscales y económicos que se le imputen.
Para este viaje no hacían falta muchas alforjas, creo. Cualquier español sabe, o debiera saber, que si bien la figura del Rey SÍ es inviolable no sucede lo mismo con cualquier otro miembro de la Casa Real. Tengo entendido que es así, ignoro si la Reina y las Infantas gozan de igual privilegio, pero creo que no. Pero soy muy poco ducho en materia legal. Al parecer, más o menos que el señor Sánchez. O es que éste no quiere meter la pezuña y a mí no me importa mucho hacerlo.
Si bien en aquel discurso navideño don Juan Carlos aseguró que todos los españoles somos iguales ante le Ley todos sabemos de sobra que no es así. Siempre habrá pobres y ricos y quienes gocen de excelentes abogados y quienes tengan que conformarse con uno de oficio, que no le haga ni puñetero caso. Doña Cristina Cifuentes obtuvo un informe de un médico forense en el que se afirmaba que en los días que debía comparecer ante un Tribunal padecía de migrañas. Yo llevo años solicitando que algún forense certifique que mi espalda fue dañada al aplicárseme una anestesia raquídea. No pido siquiera que en ese informe afirmen que la distonía cervical que padezco fue ocasionada por ello, sino que se aprecian unos pinchazos de más en dicha parte de mi cuerpo. Pero eso, insisto, es y será de esta forma por los siglos de los siglos.
Si lo que busca el señor Sánchez es Justicia me parece muy bien que se indague al antiguo Monarca. Si lo que desea, como sospecho, es venganza me parece de lo más inicuo. A mí la persona de don Juan Carlos ni me va ni me viene ya demasiado, pienso que ha cometido errores y graves a lo largo de su vida como los hubiera cometido cualquiera en su situación. O la mayoría de nosotros, al menos, que hay personas excepcionalmente muy honradas. Pero son las menos.
Pedro Sánchez ha llegado a la Moncloa sin pasar por unas urnas y ahora parece que todo el odio acumulado en su cuerpo y en el de su amigo el de PODEMOS sale a relucir. Primero fue el traslado de los restos del general Franco, ahora esto. Y me da que todo ello con el único afán de rendir cuentas, como en la película del Oeste. Por supuesto que si el ex Rey fuese hallado culpable debería ser sancionado por ello, pero mientras vete tirando la piedra que algo herirá.
Tiene que haber Ministros dentro de su Gabinete que estén en desacuerdo con esas ansias de revancha, pero no se atreverán a manifestarlo. ¡Pues no es chollo ni nada gozar de tal cargo...! Pero no le veo a Pedro Luque persiguiendo al antiguo Monarca. Ni a otros.
Las izquierdas perdieron una guerra y por lo visto desean involucrarse en otra. O agitar el cotarro para disimular sus propios errores.
Pasado mañana querrán juzgar a Don Pelayo por haberse declarado Rey en Asturias siendo un simple caudillo. Todo con tal de demostrar su ignorancia histórica. Y por complacer a los Partidos independentistas, gracias a los cuales ganaron la moción de censura contra Rajoy. Los favores hay que pagarlos, amigos, ya se sabe.
¿Podrían, de una puñetera vez, ocuparse más del futuro y dejar en paz el pasado? Porque a nadie le interesa mucho lo que comió ayer sino lo que podrá comer mañana.
Esto no es solicitar la impunidad para Don Juan Carlos, simplemente es tener cabeza.
La venganza, vendetta, es algo muy siciliano. Será que Pedro Sánchez tendrá
ancestros en dicha isla italiana.
¡Trabajen el hoy, por favor! Y cuando lo hayan hecho, si quieren, ocúpense del ayer. Pero no manifiesten su odio de esta manera.
No escribo ¡por Dios! porque Sánchez no sabría de qué le estoy hablando. Pero en el Diablo seguro que sí cree, porque lo tiene muy cerca en el Congreso, luciendo coleta.
¡Hasta pronto!
