Éramos aún tan jóvenes…
tan vulnerables, tan inocentes
con tanta ilusión…
como escasos presentes
Éramos un proyecto de años
porcelana, agua en un jarro
éramos dos muñecos de barro
marionetas, en manos de propios y extraños
Eramos dos flores brotando:
yo, alegre y con vigor manando
tú, la más guapa del jardín
y este era grande, sin fín.
Éramos el uno para el otro,
un puzzle que yo monto
éramos el otro para el uno,
dos hambrientos en ayuno.
Hoy, el puzzle está esperando;
las flores se hicieron fruto
en algunas piezas plasmado
y sin pagar excesivo tributo.