isidro4755parra@gmail.com
Miembro Conocido
Con su piel arrugada y tristes ojos,
su pelo desteñido por los años,
ella vive vestida de despojos
pues perdió su belleza, y los extraños
todos le dicen "vieja", a sus antojos.
Como niña malcriada de ciudad
en la plaza cercana suele estar
a pesar de su edad
en solitario banco va a sentar,
en los hombros su bolso hecho de tela
guarda un viejo rosario
propiedad de su abuela,
lo toma con amor y en solitario
con sus labios temblando
y torpes movimientos
una por una cuentas va pasando
rezando su rosario unos momentos.
¿Esperando la anciana?
está cerca la noche
la oscuridad está ya muy cercana
y de un lujoso coche
un hombre ha bajado y se le acerca,
a empujones y gritos la maltrata
como si fuera puerca
y su bolso de tela le arrebata.
Un buen hombre llegaba
y al mirarlo, la anciana
de dolor se quejaba,
y en el hombre la herida no se sana
a buen paso y ligero
hasta el otro se llega
y tirándole un golpe muy certero
en su cara le pega
y teniendo coraje de valientes
y es cierto y es un hecho
le rompió cuatro dientes
y con golpes de puños en su pecho
le dijo: esa figura
que has tirado en el suelo
no es mugre, ni basura,
es un Ángel enviado desde el Cielo.
Esa vieja arrugada, bendecida
por un ser superior, por el Dios Padre,
es la mujer que a mí me dio la vida,
ese Ángel, esa flor, ¡Esa es mi Madre!
01/07/2014
Ysidro Parra-Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
su pelo desteñido por los años,
ella vive vestida de despojos
pues perdió su belleza, y los extraños
todos le dicen "vieja", a sus antojos.
Como niña malcriada de ciudad
en la plaza cercana suele estar
a pesar de su edad
en solitario banco va a sentar,
en los hombros su bolso hecho de tela
guarda un viejo rosario
propiedad de su abuela,
lo toma con amor y en solitario
con sus labios temblando
y torpes movimientos
una por una cuentas va pasando
rezando su rosario unos momentos.
¿Esperando la anciana?
está cerca la noche
la oscuridad está ya muy cercana
y de un lujoso coche
un hombre ha bajado y se le acerca,
a empujones y gritos la maltrata
como si fuera puerca
y su bolso de tela le arrebata.
Un buen hombre llegaba
y al mirarlo, la anciana
de dolor se quejaba,
y en el hombre la herida no se sana
a buen paso y ligero
hasta el otro se llega
y tirándole un golpe muy certero
en su cara le pega
y teniendo coraje de valientes
y es cierto y es un hecho
le rompió cuatro dientes
y con golpes de puños en su pecho
le dijo: esa figura
que has tirado en el suelo
no es mugre, ni basura,
es un Ángel enviado desde el Cielo.
Esa vieja arrugada, bendecida
por un ser superior, por el Dios Padre,
es la mujer que a mí me dio la vida,
ese Ángel, esa flor, ¡Esa es mi Madre!
01/07/2014
Ysidro Parra-Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
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