Mariana Cuaspa
Miembro Conocido
Estás deshilando el silencio.
Atrapando el aroma
cuando un anhelo aparece.
Estás ahí: en el asombro de la tarde,
estás ahí en la cadencia del silencio
soñando con los acordes de la esperanza,
susurrando el olvido,
indagando esencias,
recorriendo los susurros de la noche.
Estás ahí, cuando desnudas el paisaje
con el olor de las tardes.
Cuando el resplandor de esta emoción
revuelas ahogando la melancolía
en gemidos de júbilo.
Estás cuando el amanecer sintetiza
el aroma de la gloria
en el lienzo de los suspiros.
Estas ahí...
En el perfume de tu llegada
rozando el silencio de tus labios.
Te encuentras, cuando pinto
la alegría de un recuerdo
en una noche embriagada
de lentos suspiros
que embellecen dócilmente
la premura de un sueño.
Estás cuando se enciende
un mágico anhelo.
¿En qué no estás?
Atrapando el aroma
cuando un anhelo aparece.
Estás ahí: en el asombro de la tarde,
estás ahí en la cadencia del silencio
soñando con los acordes de la esperanza,
susurrando el olvido,
indagando esencias,
recorriendo los susurros de la noche.
Estás ahí, cuando desnudas el paisaje
con el olor de las tardes.
Cuando el resplandor de esta emoción
revuelas ahogando la melancolía
en gemidos de júbilo.
Estás cuando el amanecer sintetiza
el aroma de la gloria
en el lienzo de los suspiros.
Estas ahí...
En el perfume de tu llegada
rozando el silencio de tus labios.
Te encuentras, cuando pinto
la alegría de un recuerdo
en una noche embriagada
de lentos suspiros
que embellecen dócilmente
la premura de un sueño.
Estás cuando se enciende
un mágico anhelo.
¿En qué no estás?
