Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
Fui a vistar al doitor
pa’ curarme el mal de orín,
pues me pajmaba el dolor
y ya quería darle fin.
Me recetó medecina
que me truje pa la casa,
porque solamente asina
puedo salir a la plaza.
Y ya después que lo vide
pa'l malestar de paleta
el doitorcito me pide
que me merque una muleta.
Ya que según pa’ esos males,
nomás no se dilató
y por eso me mandó
para hacerme unos anales. (Análisis)
Cuando lo miré de nuevo
preguntó por los anales
que él los hacia luego luego
y que cobraba tres riales.
Porque si no los hicites,
ya ni arriendes Filomena,
mejor vete a la pepena
de coco pa que me envites.
Y es que si no los trajites
ahora mesmo te retacho
y digo anque suene gacho
vete por donde venites.
Aquel que se jalle malo,
me palabreaba el doitor,
al verlo noma lo calo
si es que carga o no dolor.
A mí naiden se me escapa,
lo dijo lleno de muina
y como me encorajina
mejor me jui a mi palapa.
Pues cuando me oyó el chocante
se puso de correitor
por mi hablar como los de antes,
y yo le dije al instante,
apláquese usted doitor,
que así me enseñó Cervantes.
pa’ curarme el mal de orín,
pues me pajmaba el dolor
y ya quería darle fin.
Me recetó medecina
que me truje pa la casa,
porque solamente asina
puedo salir a la plaza.
Y ya después que lo vide
pa'l malestar de paleta
el doitorcito me pide
que me merque una muleta.
Ya que según pa’ esos males,
nomás no se dilató
y por eso me mandó
para hacerme unos anales. (Análisis)
Cuando lo miré de nuevo
preguntó por los anales
que él los hacia luego luego
y que cobraba tres riales.
Porque si no los hicites,
ya ni arriendes Filomena,
mejor vete a la pepena
de coco pa que me envites.
Y es que si no los trajites
ahora mesmo te retacho
y digo anque suene gacho
vete por donde venites.
Aquel que se jalle malo,
me palabreaba el doitor,
al verlo noma lo calo
si es que carga o no dolor.
A mí naiden se me escapa,
lo dijo lleno de muina
y como me encorajina
mejor me jui a mi palapa.
Pues cuando me oyó el chocante
se puso de correitor
por mi hablar como los de antes,
y yo le dije al instante,
apláquese usted doitor,
que así me enseñó Cervantes.
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