Araciel Abaddon
Miembro Conocido
-De ella me enamore en aquella
discoteca que no olvidare.
Bailaba sola, como todo el
mundo, y la mire, y el dulce
ruido de su música ensordeció
mis oídos cuando sonriente
se acerco a mi, a pedirme
fuego.
Mi pasión por ella se encendió
,¡me ha pedido fuego!...
Y medí cuenta, fuego de fumar.
Nervioso en ese fuego vi la
esperanza de ligar, y amar.
Enseguida vi su intención con
el cigarro entre sus labios de
porcelana y con sus deditos
aguantando el cigarro y
sonriéndome mirándome
fijamente a mis ojos, como
buen caballero y un hombre
seguro de mi mismo, saque mi
lujoso mechero plateado,y
con un sonoro chasquido,
el mechero no soltó su llama
su fuego deseado, repetí una
y otra vez el chasquido con
mi dedo, sin resultado alguno.
Ella cansada de aguantar
aquella larga espera, que
desespera, se dio la vuelta
desconcertada y busco fuego
en otro hombre.
Apagado mi fuego interior
y saboreando el ridículo
absoluto,me quede con el
mechero en la mano, como
una antorcha olímpica apagada
en mi mano, y de rabia pegue
otro chasquido y así tirar
el mechero contra el suelo
de la pista, y dio resultado
el mechero encendió por fin.
La esperanza volvió a mi y
nervioso fui
corriendo por la discoteca
detrás de ella,
entre la multitud, quemando
a unos y a otros, y escuchando
a la gente no se que, de mi
padre y mi madre.
Por fin llegue a ella con mi
antorcha olímpica y ella
asombrada si saber que ocurría
se volvió hacia mi y le ofrecí
mi fuego eterno y al poner
su cigarrillo, la llama se apago
y no se encendió mas.
Decepcionado mi corazón
si a mi joven edad, no se
encender pasión,
¿que pasara cuando sea mayor?.
Por vergüenza deje de fumar,
no quiero mas fuegos, pues el
amor tiene que ser natural
no artificial con fuegos que
no encienden, solo apagan pasión.
Tengo mucho que aprender y
confiar en mi fuego natural
que ese si que enciende
de verdad-
Araciel Abaddon.
discoteca que no olvidare.
Bailaba sola, como todo el
mundo, y la mire, y el dulce
ruido de su música ensordeció
mis oídos cuando sonriente
se acerco a mi, a pedirme
fuego.
Mi pasión por ella se encendió
,¡me ha pedido fuego!...
Y medí cuenta, fuego de fumar.
Nervioso en ese fuego vi la
esperanza de ligar, y amar.
Enseguida vi su intención con
el cigarro entre sus labios de
porcelana y con sus deditos
aguantando el cigarro y
sonriéndome mirándome
fijamente a mis ojos, como
buen caballero y un hombre
seguro de mi mismo, saque mi
lujoso mechero plateado,y
con un sonoro chasquido,
el mechero no soltó su llama
su fuego deseado, repetí una
y otra vez el chasquido con
mi dedo, sin resultado alguno.
Ella cansada de aguantar
aquella larga espera, que
desespera, se dio la vuelta
desconcertada y busco fuego
en otro hombre.
Apagado mi fuego interior
y saboreando el ridículo
absoluto,me quede con el
mechero en la mano, como
una antorcha olímpica apagada
en mi mano, y de rabia pegue
otro chasquido y así tirar
el mechero contra el suelo
de la pista, y dio resultado
el mechero encendió por fin.
La esperanza volvió a mi y
nervioso fui
corriendo por la discoteca
detrás de ella,
entre la multitud, quemando
a unos y a otros, y escuchando
a la gente no se que, de mi
padre y mi madre.
Por fin llegue a ella con mi
antorcha olímpica y ella
asombrada si saber que ocurría
se volvió hacia mi y le ofrecí
mi fuego eterno y al poner
su cigarrillo, la llama se apago
y no se encendió mas.
Decepcionado mi corazón
si a mi joven edad, no se
encender pasión,
¿que pasara cuando sea mayor?.
Por vergüenza deje de fumar,
no quiero mas fuegos, pues el
amor tiene que ser natural
no artificial con fuegos que
no encienden, solo apagan pasión.
Tengo mucho que aprender y
confiar en mi fuego natural
que ese si que enciende
de verdad-
Araciel Abaddon.
