Gracias vida,
por herirme
y mostrarme las puertas cerradas
por enseñarme lo que es el egoísmo
y obligarme a sobrevivir.
Gracias vida,
por forzarme a ir al río a beber
al cielo a respirar
y a tener hambre para gozar de las viandas
Gracias, vida...
por respirar con ansias para no perder el aliento
por enseñarme que desde la oscuridad todo es más brillante
Gracias vida,
por apremiar a sentirte.
Última edición: