Caballero de los Geranios
MODERADOR DE ORTOGRAFÍA Y SEMÁNTICA
HIPNÓTICA ARMONÍA
Condenso tus efluvios en gotas de fragancia
que viertes dulcemente en malva que tu mano
sostiene sosegada y eclipsa la distancia
con risa en mis pestañas de estrella en mi verano.
Me interno en la alborada y extraigo tu sustancia
anexo a mi argumento en hálito temprano
y en cada remembranza evoco tus edenes,
me instigo en tu frescura y aromo mis vaivenes.
Se yerguen mis geranios delante tus floreros,
alcanzan tus castillos, sagrados, virginales,
inflaman tu escenario: mis leños y febreros,
serenan a mis días tus diáfanos rituales,
me llevas en tu noche de viaje a tus romeros,
con vívidos vigores y extractos inmortales,
me orillo en tus balcones, distante del bullicio,
reposo en tus oasis de estío vitalicio…
Te infiltras en mis vetas y bordas con tu seda
medidos a tu talle, luceros en tu pecho,
ensartas celestinas de grana y nos enreda
febriles al naciente conducto de tu lecho,
la sangre en tus pigmentos restriega en humareda,
me absorbe tu perfume y así existo deshecho
con lírica en cascada de hipnótica armonía,
tu voz tornasolada y cáliz de alegría…
Condenso tus efluvios en gotas de fragancia
que viertes dulcemente en malva que tu mano
sostiene sosegada y eclipsa la distancia
con risa en mis pestañas de estrella en mi verano.
Me interno en la alborada y extraigo tu sustancia
anexo a mi argumento en hálito temprano
y en cada remembranza evoco tus edenes,
me instigo en tu frescura y aromo mis vaivenes.
Se yerguen mis geranios delante tus floreros,
alcanzan tus castillos, sagrados, virginales,
inflaman tu escenario: mis leños y febreros,
serenan a mis días tus diáfanos rituales,
me llevas en tu noche de viaje a tus romeros,
con vívidos vigores y extractos inmortales,
me orillo en tus balcones, distante del bullicio,
reposo en tus oasis de estío vitalicio…
Te infiltras en mis vetas y bordas con tu seda
medidos a tu talle, luceros en tu pecho,
ensartas celestinas de grana y nos enreda
febriles al naciente conducto de tu lecho,
la sangre en tus pigmentos restriega en humareda,
me absorbe tu perfume y así existo deshecho
con lírica en cascada de hipnótica armonía,
tu voz tornasolada y cáliz de alegría…
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