Yaneth Hernández
Miembro Conocido
Enséñame el agua de las caracolas,
la sal de una lágrima
una libélula de rayas.
Abrázame bajo las estrellas de Arabia,
que tengo el pecho tatuado de esperanzas,
volemos en aeroplanos de pieles.
En mis retinas te encuentras desnuda,
y una sonrisa de Mona Lisa.
Comienza una relación turbia,
acompasada de besos robados
caricias que liberan las ambiciones.
Al rozar tu aliento mis venas
se atizan,
el orgullo de mirarte inadvertida
pone en dudas las circunstancias.
Presiento unas largas huellas
y una escalera sin fin.
Todo el nirvana se aferra a tu hombro,
la resaca de los días me invitan un tequila.
Dime despacio que extrañas
el fandanguillo de mis pestañas
y prometo dejar mis ojos en inmóvil silencio.
¡Qué haces!
La noche, sacrifica las sombras, sobre tu ausencia.
Derechos reservados.
la sal de una lágrima
una libélula de rayas.
Abrázame bajo las estrellas de Arabia,
que tengo el pecho tatuado de esperanzas,
volemos en aeroplanos de pieles.
En mis retinas te encuentras desnuda,
y una sonrisa de Mona Lisa.
Comienza una relación turbia,
acompasada de besos robados
caricias que liberan las ambiciones.
Al rozar tu aliento mis venas
se atizan,
el orgullo de mirarte inadvertida
pone en dudas las circunstancias.
Presiento unas largas huellas
y una escalera sin fin.
Todo el nirvana se aferra a tu hombro,
la resaca de los días me invitan un tequila.
Dime despacio que extrañas
el fandanguillo de mis pestañas
y prometo dejar mis ojos en inmóvil silencio.
¡Qué haces!
La noche, sacrifica las sombras, sobre tu ausencia.
Derechos reservados.