Priya es pedernal, profeta y justicia,
un gran cónclave con voto al futuro,
tierra y agua, viento, amor y fuego,
los cinco elementos que forman la vida.
Es la prisión que libera mis latidos,
castañeando los dientes, por el olvido,
cual una anatema sedosa, del silencio,
glosando las cascadas desde el centro.
Ella es un brioso y abrupto arrecife
donde escalan a cada hora, mis versos;
paso a paso, trepo al cenit de su piel
para conjurar unidos, la gran panacea.
Es el hálito, que jamás podré olvidar,
pues su risa es el jardín de los sueños,
donde en cada madrugada de complicidad,
nace la aventura que conquista los cuerpos.
un gran cónclave con voto al futuro,
tierra y agua, viento, amor y fuego,
los cinco elementos que forman la vida.
Es la prisión que libera mis latidos,
castañeando los dientes, por el olvido,
cual una anatema sedosa, del silencio,
glosando las cascadas desde el centro.
Ella es un brioso y abrupto arrecife
donde escalan a cada hora, mis versos;
paso a paso, trepo al cenit de su piel
para conjurar unidos, la gran panacea.
Es el hálito, que jamás podré olvidar,
pues su risa es el jardín de los sueños,
donde en cada madrugada de complicidad,
nace la aventura que conquista los cuerpos.