Fue,a pagar una deuda
con dos pesetas,
fue,a cumplir su deber,
o al menos eso creía.
Pero le dijo el comerciante,
que la deuda eran tres.
Se quedó sorprendido,
no le salían las cuentas,
al otro si,teniéndolas muy claras.
A esto,por suerte entró el maestro,
a comprar unas viandas.
Para evitar cualquier discusión
y aprovechando la ocasión,
buscaron en él,la solución,
a tan grande dilema.
¿Cuanto debe Ud? preguntó.
Una peseta de hace un mes,
y otra de anteayer.
Y respondió:
Si es así,despeje de sus cuentas,
la constante de la Fe,
y le saldrán tres,
como dice el comerciante.
Pues ha de pagarle Ud.
también su confianza,
como un género más,
que según dice él,
vale una peseta.
Y aprenda para otra vez:
Que sin importar pida o dé,
al tratar de lo prestado,
usamos de mil maneras,
la constante de la Fe.
con dos pesetas,
fue,a cumplir su deber,
o al menos eso creía.
Pero le dijo el comerciante,
que la deuda eran tres.
Se quedó sorprendido,
no le salían las cuentas,
al otro si,teniéndolas muy claras.
A esto,por suerte entró el maestro,
a comprar unas viandas.
Para evitar cualquier discusión
y aprovechando la ocasión,
buscaron en él,la solución,
a tan grande dilema.
¿Cuanto debe Ud? preguntó.
Una peseta de hace un mes,
y otra de anteayer.
Y respondió:
Si es así,despeje de sus cuentas,
la constante de la Fe,
y le saldrán tres,
como dice el comerciante.
Pues ha de pagarle Ud.
también su confianza,
como un género más,
que según dice él,
vale una peseta.
Y aprenda para otra vez:
Que sin importar pida o dé,
al tratar de lo prestado,
usamos de mil maneras,
la constante de la Fe.