Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Esta noche no acudiste,
mas no voy a decir: - ¡Ven! -.
Eras el último tren
pero, ya ves, no estoy triste.
Si me niegas el alpiste
de tu presencia querida
he de restañar la herida
que causaste, de manera
que hallaré otra compañera.
¿Que cuál? La Muerte temida.
Pues morir, con esta edad,
te juro que no me asusta
aunque en verdad me disgusta
dejar todo a la mitad.
Pues me quedaba, en verdad,
mucho más por escribir.
Pero prefiero morir
y dejarlo todo a medias.
Si quieres, me lo remedias.
Si no, el Santo sin vestir.
Es el último poema
que te escribo, vida mía,
pues el alma desconfía
y opina que ha sido mema.
Bien conocido es mi lema,
mi dicho sobre la gloria,
pero se acaba mi historia
y es difícil que en tal trance
por más que quiera la alcance.
¡Lo borro de mi memoria!
Sueños que de joven tuve,
quimeras que imaginé,
esperanzas que forjé
y que aún de viejo sostuve.
Pero bajé de esa nube,
todo ha sido un disparate,
una locura, un dislate
y nada ha sido verdad.
¡No sirve la calidad
si no ganas el combate!
mas no voy a decir: - ¡Ven! -.
Eras el último tren
pero, ya ves, no estoy triste.
Si me niegas el alpiste
de tu presencia querida
he de restañar la herida
que causaste, de manera
que hallaré otra compañera.
¿Que cuál? La Muerte temida.
Pues morir, con esta edad,
te juro que no me asusta
aunque en verdad me disgusta
dejar todo a la mitad.
Pues me quedaba, en verdad,
mucho más por escribir.
Pero prefiero morir
y dejarlo todo a medias.
Si quieres, me lo remedias.
Si no, el Santo sin vestir.
Es el último poema
que te escribo, vida mía,
pues el alma desconfía
y opina que ha sido mema.
Bien conocido es mi lema,
mi dicho sobre la gloria,
pero se acaba mi historia
y es difícil que en tal trance
por más que quiera la alcance.
¡Lo borro de mi memoria!
Sueños que de joven tuve,
quimeras que imaginé,
esperanzas que forjé
y que aún de viejo sostuve.
Pero bajé de esa nube,
todo ha sido un disparate,
una locura, un dislate
y nada ha sido verdad.
¡No sirve la calidad
si no ganas el combate!