De magisterios carnales,
envidias de los escritos,
añoranzas del conocimiento
de las cosas reales.
Yo te recuerdo a tí,
siempre paciente,
nunca intolerante.
De los placeres pagados,
la mejor amante.
Y ahora que sé de mezquinos,
que nadie te llame de nada,
ni a ti ni a tus chiquillos.
envidias de los escritos,
añoranzas del conocimiento
de las cosas reales.
Yo te recuerdo a tí,
siempre paciente,
nunca intolerante.
De los placeres pagados,
la mejor amante.
Y ahora que sé de mezquinos,
que nadie te llame de nada,
ni a ti ni a tus chiquillos.