Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
¡Señor mío!, tu verbo iluminado
me expresó que al haberme decidido
seguir tus pasos con fervor sentido,
jamás te apartarías de mi lado.
Siempre vi en el sendero transitado,
tus huellas y las mías, conmovido.
pero de pronto te sentí perdido
al no haber tus pisadas encontrado.
Y al estar más de ti necesitado,
por el gran sufrimiento que he tenido,
yo sentí que encontrábame rendido,
porque tú ya me habías abandonado.
Dijo el Señor: Mira hijo si en los pasos,
advertiste tan solo un par de huellas,
es que yo consolando tus querellas,
te llevaba cargando entre mis brazos.
me expresó que al haberme decidido
seguir tus pasos con fervor sentido,
jamás te apartarías de mi lado.
Siempre vi en el sendero transitado,
tus huellas y las mías, conmovido.
pero de pronto te sentí perdido
al no haber tus pisadas encontrado.
Y al estar más de ti necesitado,
por el gran sufrimiento que he tenido,
yo sentí que encontrábame rendido,
porque tú ya me habías abandonado.
Dijo el Señor: Mira hijo si en los pasos,
advertiste tan solo un par de huellas,
es que yo consolando tus querellas,
te llevaba cargando entre mis brazos.
Última edición: