Antonio Jurado Rivera
Miembro Conocido
Creí que no volvería
porque no acabamos bien
por culpa de tonterías.
Ni nos dijimos adiós.
Pero quizá ya han pasado
tal vez demasiados días.
Pensaba que se había ido,
por eso estaba escondido
como una paloma herida.
Pero hoy al ver cristal
de mi ventana tan lleno,
de vaho, que no se veía,
tomé un paño y lo limpié.
Y me llevé una sorpresa
de las grandes de mi vida.
Pues en la acera de enfrente
estaba ella quietecita.
Y entre sus manos llevaba
un cartel donde ponía:
“Te quiero cariño mío.
¿Quieres venirte conmigo
para compartir la vida?”
Inundado de alegría
dije adiós a la tristeza
que habitaba el alma mía.
Salí a abrazarla y le di,
los casi cinco mil besos
que la ocasión requería.
Antonio Jurado (España)
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